Día Mundial del Mal de Parkinson

11 4 2014 Día Mundial de la enfermedad de Parkinson
11 4 2014 Día Mundial de la enfermedad de Parkinson

Por Yasmel Bueno

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 11 de abril como Día Mundial del Parkinson en 1997 para generar conciencia de los síntomas y necesidades que padecen las personas diagnosticadas con este mal.

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que fue descubierta en 1817 por médico inglés James Parkinson, quien estudió cómo a través de un proceso crónico se van degenerando y destruyendo las neuronas dopaminérgicas, encargadas de transmitir la dopamina, un químico cerebral necesario para el movimiento muscular y el control del sistema nervioso central.

Los expertos aún no han encontrado la cura a esta enfermedad, cuyos síntomas se manifiestan en cada persona de forma distinta.

La enfermedad suele aparecer después de los 50 años, aunque también puede aparecer en personas más jóvenes, indistintamente en hombres y mujeres. Los investigadores creen que hay un factor hereditario determinante en la aparición de la enfermedad, aunque pueden pasar generaciones sin que aparezcan los síntomas en ninguno de los miembros de una familia donde hubo un paciente con Parkinson.

En cuanto al número de personas afectadas por este mal en el mundo, la OMS estima que hay 40 millones de personas afectadas en el mundo y al menos 30% de las personas que lo padecen desconocen que son portadores de la enfermedad.

Al tratarse de una enfermedad neurodegenerativa, crónica y de larga evolución, los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra recomiendan mantener una actitud positiva y, sobre todo, activa ante la enfermedad de Parkinson.

Así, aunque en la actualidad no se puede curar, hay buenos tratamientos farmacológicos que reducen los síntomas y frenan su progresión. A su vez, la cirugía (en aquellos pacientes que sean candidatos) resulta muy beneficiosa para reducir los síntomas y los efectos secundarios: el tratamiento quirúrgico mediante estimulación, lesión del núcleo subtalámico o globo pálido interno proporciona una gran mejoría en la calidad de vida de estos pacientes.

Es importante que ni el paciente ni el familiar se enfrenten al Parkinson sino que deben adaptarse a él, por lo que es bueno, en la medida de lo posible, que sigan realizando las actividades diarias.

SÍNTOMAS

En el párkinson intervienen un amplio y variado abanico de síntomas pero no todas las personas que conviven con la enfermedad desarrollan los mismos; por otro lado, también depende de la etapa en la que se encuentren, ya que a medida que la enfermedad avanza puede aparecer nueva sintomatología.

SÍNTOMAS MOTORES: Son los síntomas más frecuentes, y comúnmente denominados como cardinales, son: bradicinesia (lentitud de movimientos), rigidez, inestabilidad postural y temblor. Estos son conocidos como síntomas motores ya que afectan al movimiento.

SÍNTOMAS NO MOTORES: Aunque durante mucho tiempo los síntomas motores se han considerado fundamentales en la enfermedad, cada vez va cobrando más importancia la sintomatología no motora por el impacto que provoca en la vida diaria de las personas afectadas. Estos síntomas son muy variados y pueden aparecer en cualquier etapa, aunque cobran más relevancia en las más avanzadas. Entre los síntomas no motores de la enfermedad se encuentran: el estreñimiento, el exceso o ausencia de salivación, trastornos de la deglución (dificultad para tragar y disfagia), la apatía, depresión o el insomnio, entre muchos otros.

CUIDADO Y AUTOCUIDADO

  • El Parkinson afecta tanto al paciente como a la familia que convive con él y por eso el cuidador está en el derecho de reclamar también cuidados. Es bueno buscar ayuda y el apoyo familiar.
  • Un cuidado excesivo del enfermo podría limitar su propia iniciativa: hay que ayudarle pero debemos evitar la sobreprotección y no suplirle en lo que él pueda hacer.

VIDA SOCIAL

  • Es posible que se planteen: ¿cómo voy a tener vida social si no puedo dejar a mi familiar solo? O ¿cómo vamos a salir, si no tenemos ascensor? O quizá sea usted, paciente, quien prefiere no salir porque se pone nervioso… Es aquí donde hay que plantear alternativas, si no pueden salir a la calle por determinados motivos, plantéense por ejemplo, una vida social en casa, promuevan visitas…
  • No permitan que el Parkinson cambie su vida completamente. No tengan miedo a salir a la calle. Está demostrado que una vida social activa mejora el estado psicológicodel paciente y favorece su bienestar (organicen actividades, hagan viajes, ejercicio…). Además, es recomendable que el cuidador mantenga sus contactos sociales, ya que es una buena manera de evadirse. 

BARRERAS ARQUITECTÓNICAS

  • Consideramos barreras arquitectónicas, por ejemplo, no tener ascensor para acceder a casa, obstáculos en el suelo con los que se pueda tropezar, como objetos o alfombras, puertas o pasillos muy estrechos, suelos deslizantes, bañera en lugar de ducha, un baño con un difícil acceso, transportes públicos no accesibles o muy alejados de su zona de residencia, etc.
  • Si antes no se lo habían planteado y creen tener un problema, consulten a los profesionales antes de irse de alta. Los ayuntamientos o los servicios de Bienestar Social y de la Seguridad Social se encargan de valorar una subvención para las reformas en el hogar, o para la compra de aparatos ortoprotésicos.
  • La movilidad limitada puede requerir de adaptadores o de ayudas para suplir el déficit y mejorar su autonomía. De este modo, el paciente no se convierte en un receptor de cuidados pasivo. Existen centros donde se encargan de valorar la posibilidad de subvencionar camas articuladas, andadores, muletas, bastones, sillas…

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