Editor Freddy Medrano
RÍO DE JANEIRO , Brasil (Tomado de AP).- Las gestiones para destituir a la presidenta brasileña Dilma Rousseff avanzaron el lunes, durante una reunión de una comisión parlamentaria para decidir si recomienda a la cámara baja que proceda con un juicio político a la mandataria.
Se prevé que la comisión de 65 miembros vote a favor del juicio político. Rousseff está acusada de violar leyes fiscales y se prevé una votación en las próximas horas o en las primeras horas del martes.
Cualquiera que sea el resultado, la iniciativa irá al pleno de la cámara baja, cuya votación está prevista para fines de esta semana.
Se requieren 342 votos dentro de los 513 escaños del Congreso para que el proceso avance, y las proyecciones actuales muestran que el resultado estaría aún en el aire. El principal partido de Brasil, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), se salió a finales del mes pasado de la coalición gobernante, obligando al gobierno a buscar en otros pequeños partidos el apoyo necesario para ayudar a que se bloquee el proceso de destitución.
En caso que la medida se apruebe en la cámara baja, irá al Senado, que decidiría si inicia un juicio. Si eso sucede, Rousseff quedaría suspendida de su cargo hasta por 180 días durante el proceso.
En un nuevo giro en la saga que se ha extendido durante meses, el diario Folha de S. Paulo difundió un audio del vicepresidente Michel Temer, quien tomaría el mando en caso de que Rousseff fuera suspendida. El audio, que el diario asegura se envió a miembros del PMDB, al que pertenece Temer, parece ser un borrador del discurso que daría Temer al pueblo brasileño en caso de que avance el proceso de destitución tras la votación en el Congreso.
En dicho discurso, Temer habla como si ya hubiera asumido la presidencia, señalando: «Mucha gente me buscó para que diera, aunque sea, declaraciones preliminares al pueblo brasileño, lo que hago con modestia, precaución y moderación».
Temer dice que Brasil necesita un «gobierno de salvación nacional» para sacar al país de su recesión actual y hace un llamado a la unidad en el dividido sistema político. En un aparente intento por tranquilizar a los segmentos más pobres de la sociedad, que son algunos de los defensores más fervientes de Rousseff, Temer promete no desmantelar los populares programas de transferencia de riqueza y, en caso de ser necesario, incluso expandirlos.
La oficina de Temer dijo que el audio se envió «por accidente» a los otros miembros de su partido.
En una reacción en Twitter, el gobernante Partido de los Trabajadores, insinuó que el audio podría resultarle adverso a Temer.
Un juez de la Corte Suprema falló la semana pasada que el presidente de la cámara baja en el Congreso debe iniciar un proceso de destitución contra Temer, quien enfrenta las mismas acusaciones que Rousseff de quebrantar las leyes fiscales. En caso de que él también sea suspendido de su cargo, el presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, sería el siguiente en el orden de sucesión. Pero Cunha enfrenta cargos de lavado de dinero, derivados de las acusaciones de que recibió sobornos dentro de una red de corrupción en la paraestatal petrolera Petrobras.
La investigación a dicho escándalo ha sacudido Brasil durante dos años, en los que se ha detenido, acusado e incluso condenado a altos políticos, algunos de los hombres más ricos del país y a poderosos empresarios.
