Editor Yasmel Bueno
SAN JUAN, PUERTO RICO.- Crónica de una muerte anunciada. Tras varios meses anunciándolo, Puerto Rico ha impagado este lunes el principal de unas obligaciones por valor de 422 millones de dólares, emitidos por el Banco de Desarrollo del Gobierno. La economía del país se tambalea y los ingresos fiscales no son suficientes para pagar las obligaciones financieras sin implementar recortes vitales. Aunque el país había imcumplido el pago de algunos intereses financieros, esta es la primera vez que no devuelve el principal al vencimiento de una emisión de bonos.
El secretario del Tesoro de EEUU, Jacob Lew, cree que la situación es muy preocupante y hay que actuar ya. Las palabras recogidas por The New York Times, Lew asegura que sin una reestructuración de la deuda de Puerto Rico, el país corre serio peligro de emprender una «cascada de impagos… no sólo es una cuestión de pasivos financieros y litigios… hay que encontrar una solución razonable», señala Lew.
El Banco de Desarrollo del Gobierno (GDB por sus siglas en inglés) de Puerto Rico ha asegurado que se ha alcanzado a un principio de acuerdo para la reestructuración de la deuda con algunos de sus principales acreedores.
El GDB es una corporación pública que provee liquidez, créditos y préstamos a organizaciones públicas y privadas para fomentar el crecimiento del tejido empresarial y para la construcción de infraestructuras.
El GDB asegura que las condiciones del acuerdo con el grupo acreedor que posee una parte importante de la deuda emitida por esta organización. Los acreedores aceptarían un canje de deuda en dos pasos, recuperando en última instancia alrededor del 47% de lo que se le debe.
SOLICITA AYUDA EE.UU.
El Gobernador de la isla del encanto anunció el lunes que su incapacidad de pagar una deuda de 422 millones de dólares en bonos es sólo el comienzo si el Congreso estadounidense no toma acción pronto para resolver la situación. El territorio estadounidense no pudo hacer un pago de 370 millones de dólares que vencía el lunes, el tercero y el mayor desde el 2015. El gobernador Alejandro García Padilla advirtió que una falta aún mayor podría ocurrir el primero de julio si el Congreso no restaura la capacidad del territorio de reestructurar su deuda bajo el Capítulo 9 de la ley de quiebras.
García culpa a la influencia política de los fondos de inversiones a los que calificó de “buitres”, por el hecho de que Congreso se fue a su receso la semana pasada sin decidir sobre la medida, que estaba en comité. En conferencia de prensa, el gobernador dijo que su peor enemigo ahora es la política.
Puerto Rico ordenó el domingo suspender los pagos de deuda del Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico. La medida seguramente provocará demandas de acreedores y podría ser augurio para una moratoria mucho mayor el 1 de julio. El gobernador enfatizó que es imposible hacer esos pagos sin privar a los habitantes de la isla de servicio públicos básicos. Las autoridades de la isla estuvieron todo el fin de semana tratando de negociar un acuerdo que evitara la omisión de pagos, pero al parecer no lo lograron.
Entretanto el Congreso en Washington hasta ahora no ha aprobado una propuesta que permita a Puerto Rico reestructurar su deuda. García enfatizó que hubiera preferido tener un marco legal para poder reestructurar el monto adeudado de una manera ordenada. Los expertos vaticinaron que la omisión de pagos anunciada probablemente no afectará mucho al mercado de bonos.
La mayoría de los fondos de inversiones ya se han deshecho de la deuda puertorriqueña, aunque unos pocos siguen expuestos y podrían correr peligro. El Banco Gubernamental de Fomento tenía un pago pendiente de 422 millones que vencía el lunes. Puerto Rico pagará 22 millones de dólares en intereses y el viernes había llegado a un acuerdo para reestructurar unos 30 millones, pero esa deja sin resolver 370 millones.
