Editor Yasmel Bueno
REDACCIÓN INTERNACIONAL, (abc.es).- Al final la pasta no engorda, sino todo lo contrario. Una investigación del Instituto Mediterráneo Neurológico Neuromed (Italia), muestra que, a diferencia de la creencia popular, el consumo de pasta no contribuye a la obesidad, sino más bien a todo lo contrario: de acuerdo con el estudio realizado sobre más de 23.000 y que se publica en Nutrition and Diabetes, comer pasta se asoció con una disminución en el índice de masa corporal
La mala reputación de la pasta en cuanto a su papel en la obesidad ha ido creciendo en los últimos años. Esto ha hecho que mucha gente haya limitado el consumo de uno de los elementos claves de la dieta mediterránea, tan en desuso hoy día. Pero ahora, este estudio que ha sido patrocinado por la marca de pasta Barilla, parece poner en su lugar a este alimento tan famoso. Según la investigación el consumo de pasta en realidad se asocia con un riesgo reducido de tanto la obesidad general y abdominal.
MENOS PESO
La investigación se ha hecho a partir de los datos de más 23.000 personas que participan en dos grandes estudios epidemiológicos: Moli-sani e INHES. «Gracias al análisis de los datos antropométricos de los participantes y sus hábitos alimenticios -explica George Pounis, primer autor del artículo- hemos visto que el consumo de pasta, al contrario de lo que muchos piensan, no se asocia con un aumento en el peso corporal. Nuestros datos muestran que la pasta, de acuerdo a las necesidades individuales, contribuye a un índice de masa corporal saludable, menor circunferencia de la cintura y una mejor relación cintura-cadera».
Muchos estudios ya demostraron cómo la dieta mediterránea es uno de los regímenes alimenticios más saludables, incluso cuando hablamos de control de peso. Muy poco, sin embargo, se sabe acerca de la función específica de un componente básico como la pasta. Los datos de este estudio arrojan luz sobre este tema.
« A la luz de esta investigación podemos afirmar que estamos hablando de un componente fundamental de la dieta mediterránea y no hay razón para prescindir de él. El mensaje que se desprende de este estudio, como de otros análisis científicos llevados a cabo en el contexto del Proyecto Moli-sani y INHES, es que la dieta mediterránea, si se consume con moderación y se respetan la variedad de todos sus componentes, es buena para su salud», señala Licia Iacoviello, Jefe del Laboratorio de Biología Molecular y Epidemiología Nutricional en Neuromed.
La dieta mediterránea tradicional está considerada como una de las dietas más saludables que hay. Sus beneficios para la salud en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades crónicas ha sido sobradamente demostrada. Uno de sus principales componentes, además de frutas, legumbres, verduras y aceite de oliva, es la pasta, que representa la principal fuente de hidratos de carbono en la dieta.
LIMITACIONES
Ahora bien, en el trabajo los investigadores reconocen algunas limitaciones del mismo. En primer lugar, debido a que los dos estudios epidemiológicos son muy amplios, los cuestionarios sobre la frecuencia de consumo es una forma bastante poco precisa de valorar la ingesta de pasta. Además, la información dietética solo se recogió una única vez, lo que permite determinar una relación causa-efecto.
A pesar de ello, los investigadores concluyen que los datos de este estudio no han encontrado una asociación entre el consumo de pasta y la obesidad central en una amplia muestra de población mediterránea. Pero hay que tener en cuenta que en el estudio no se habla de las salsas con las que se suele acompañar a la pasta.