SANTO DOMINGO, REP. DOMINICANA.- Más de 600 mil pacientes acuden anualmente al Instituto Dermatológico y Cirugía de la Piel para ser tratados por enfermedades de la piel.
La relevación la hizo este domingo el director de esa institución de salud, doctor Víctor Pou Soares, quien explicó que dentro de ese universo de personas son atendidos pacientes afectados por lepra, que es una enfermedad que, aunque está controlada, todavía tiene presencia en República Dominicana.
Informó que solo en el mes pasado, más de 50 personas acudieron a los 8 centros regionales del país con diversos padecimientos de la piel, tanto en San Cristóbal y Barahona, Santiago, Mao y Puerto Plata, San Pedro de Macorís, Higüey y La Romana, a lo que se le agrega la sede central que funciona en las proximidades de la Ciudad de la Salud Luis Eduardo Aybar.
El facultativo indicó que las más de 50 mil consultas que hacen mensualmente promedian las 600 mil personas que cada año que acuden al Dermatológico a tratarse enfermedades de la piel en todas sus manifestaciones; personas de distintos extractos sociales, ya que cuenta con una gran variedad de servicios, que van desde la dermatología básica hasta otros procedimientos más rigurosos.
También, un personal médico del Instituto Dermatológico sale a realizar operativos en algunos sectores donde han podido detectar algunas enfermedades, entre ellas la lepra.
Aclaró que por tratarse de una institución que funciona como un patronato, solo reciben del Estado una subvención de algo más de 26 millones de pesos al año, y los demás ingresos llegan por los recursos que pagan los pacientes, en la mayoría de los casos vía las Administradoras de Riesgos de Salud.
El especialista recomendó a la población hacerse sus chequeos preventivos para evitar o detectar enfermedades de la piel, entre ellas el cáncer. Además, a quienes acuden a las playas a usar protectores solares y aplicárselo cada dos horas ya que de lo contrario se exponen a desarrollar enfermedades potencialmente cancerígenas.
“Claro que hay que hacerse los chequeos preventivos, sobre todos aquellas personas que tienen lunares y que además provienen de familias que han padecido cáncer de piel, de melanoma, uno mismo se hace el auto examen”, explicó el galeno, argumentando que cuando alguien tiene un lunar y comienza a ver que cambiar de color y que le molesta o le duele, la persona no debe esperar a que la situación se empeore y debe acudir inmediatamente al dermatólogo.
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