Este domingo un nuevo latino será exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, el boricua Iván Rodríguez se une a las estrellas latinoamericanas que ya forma parte del museo más emblemático para los peloteros.
Pero a pesar de que muchos han sido los peloteros hispanos que han pertenecido a las grandes ligas solo ocho forman parte de este Salón de la Fama.
El boricua Roberto Clemente fue el primer latino en entrar al Salón de la Fama en 1973
El dominicano Juan Marichal dominó como ningún otro latino el arte de lanzar y para muchos es el mejor lanzador latino de todos los tiempos, lo que le permitió ingresar en 1983 a este Salón
El diminuto campocorto venezolano, Luis Aparicio reinventó, en su época, el robo de bases y mostró una excelencia defensiva inusitada para su época, es así como en 1984 hace parte de Cooperstown.
Para 1991 el panameño, Rod Carew ingresa al Salón de la Fama, fue uno de los bateadores más puros del béisbol sometiendo a la Liga Americana a su yugo como multicampeón bateador.
Incluído en 1999, el boricua Orlando Cepeda, convierte a su natal Puerto Rico en el primer país latino con dos miembros del Salón de la Fama con su bate poderoso.
El cubano Atanasio «Tony» Pérez había dejado récord de jonrones e impulsadas para latinos en la mayores, en el fue incluido en el Salón 2000
En 2011, el boricua Roberto Alomar escribe su nombre en Cooperstown y en el 2015 el dominicano Pedro Martínez.
Este domingo 30 de julio de 2017, Rodríguez se convertirá en el noveno latino en el templo de los inmortales. Algunos datos tomados de Meridiano