CNET. – El uso del aire acondicionado puede disparar la factura de la electricidad, pero la alternativa no es nada agradable. Afortunadamente, hay varias cosas que puedes hacer para que tu aire acondicionado funcione mejor y te ahorres dinero en medio del fuerte calor.
No enfríes todo el vecindario
Si tu casa no es nueva, es muy posible que el aire frío se escape a través de puertas y ventanas mal selladas, o el ático no tiene el aislamiento término debido.
Para determinar la eficiencia de tu casa en lo relacionado con el aire condicionado, pide a tu empresa eléctrica o a un contratista que te haga una auditoría del gasto energético. Estos auditores certificados revisan la casa en busca de fugas y recomiendan la mejor manera de hacerla más eficiente para que no gastes tanta electricidad.
También puedes hacer una revisión menos abarcadora tú mismo. Párate en la puerta de la casa y mueve la mano junto a las ranuras de puertas u ventanas. Si sientes la corriente de aire, puedes tapas grietas y renovar los sellos de goma en el marco.
Modernízate
Si no tienes un termostato inteligente, —como el Ecobee, Lyric, Lux o Nest— es hora de cambiarlo. Los termostatos inteligentes regulan el aire acondicionado y la calefacción cuando no estás en casa, y te ahorran dinero. Además, puedes ajustarlo remotamente a través de un app en tu teléfono. Algunos incluso funcionan con Amazon Alexa, Samsung SmartThings, Apple HomeKit, Wink, Google Home y otras plataformas de hogar inteligente.
Coloca el termostato en la pared adecuada
El lugar donde colocas el termostato juega un papel importante a la hora de la eficiencia. Si lo colocas en una pared junto a una ventana por donde entra el sol, por ejemplo, el aire acondicionado funciona más tiempo de lo necesario porque percibe que en la habitación hay más calor.
Cierra las persianas
Una ventana que deja entrar el sol no sólo hace que se dispare el termostato, sino que también calienta la habitación innecesariamente. Durante las horas de más calor, cierra las persianas, que también pueden ayudar en cierta medida a evitar que el aire frío escape a través del vidrio debido a su efecto de aislamiento.
Usa un ventilador
El ventilador de techo puede ayudar a ahorrar electricidad en el verano.
Algunas veces no necesitas bajar el termostato para contrarrestar la sensación de calor. Según el Consejo Nacional de Defensa de los Recursos (NRDC, por sus siglas en inglés), usar un ventilador de techo hace que la temperatura en la habitación se sienta 10 grados más fría y ahorra 10 por ciento de la energía de los aires acondicionados centrales.
Si quieres irte por la vía de la alta tecnología, puedes instalar ventiladores inteligentes que se conectan con un app, para que puedas programar las horas de encendido y apagado, así como la velocidad, todo a control remoto.
Muchas personas piensan que dejar el aire acondicionado a la misma temperatura cuando se marchan de casa ahorra dinero porque no tiene que funcionar tanto para volver a enfriar la vivienda. Pero eso no es así. Lauren Urbanek, especialista del NRDC, dice que la forma más económica de usar el aire acondicionado es reducir la temperatura en el termostato cuando sales de casa.
Los equipos acondicionadores de aire funcionan a su mayor eficiencia en períodos largos. Por ello es mejor que subas la temperatura al salir de casa y la bajas cuando llegas.
Un termostato programable facilita mucho mantener el aire acondicionado en la temperatura correcta. Puedes programar el equipo para que no enfríe tanto cuando estás fuera de casa y arrancar a la temperatura correcta antes de que llegues.
No bajes mucho la temperatura
Fija siempre el termostato a la temperatura más elevada que puedas soportar si quieres ahorrar dinero. Incluso un cambio de un par de grados puede significar grandes ahorros.
Puedes ahorrar 10 por ciento al año en los gastos de enfriamiento si fijas el termostato entre 10 y 15 grados más alto durante ocho horas diarias, según la Oficina de Energía de Nebraska. Por su parte, el Departamento de Energía federal recomienda una temperatura de 78 grados cuando estás en casa.
