AFP
Unas 10.000 personas, incluyendo miles de veraneantes, fueron evacuados en la madrugada del miércoles después de que se declarara un nuevo incendio en el sur de Francia, donde varios fuegos forestales han arrasado con miles de hectáreas desde inicios de semana.
El nuevo siniestro se declaró cerca de la turística localidad mediterránea de Bormes-les-Mimosas, en el departamento de Var, en el sureste de Francia, quemando hasta ahora unas 1.300 hectáreas de terreno.
«El fuego sigue avanzando» hacia el Cap Bénat, una localidad costera de la Costa Azul francesa, indicó el jefe de las operaciones de rescate, Serge La Vialle.
«El incendio arrancó alrededor de la medianoche (…) Las evacuaciones, al menos 10.000, siguieron la progresión del fuego. Es una zona habitada cuya población se duplica o triplica en verano», declararon los bomberos de la región de Var a la AFP.
Entre los 10.000 evacuados, unos 3.000 estaban en campings.
Según un comunicado de la prefectura de la región de Var, debido a una propagación violenta de las llamas avivadas por el viento se han quemado ya unas 1.500 hectáreas. Unos 550 bomberos están movilizados, respaldados por medios aéreos.
Aunque la mayor parte de las personas evacuadas pasaron la noche en centros habilitados por las autoridades, algunas prefirieron dormir en sus vehículos o en sacos de dormir en playas de la zona.
«Hacia las 23H15 vimos las primeras llamas y en diez minutos ya habían alcanzado las cimas de las montañas», contó a la AFP Christian Fabre, un habitante de la localidad de la Londe-les-Maures. «Fue todo muy rápido».
– «Una pesadilla» –
Las autoridades pidieron a los turistas permanecer en las playas y no regresar a los campings. «¡Es una pesadilla! Un incendio que se declara por la noche con este viento, cuando los aviones cisterna solo pueden comenzar sus labores por la mañana», lamentó el alcalde de Bormes-les-Mimosas, François Arizzi.
Los aviones cisterna comenzaron sus operativos el miércoles a las 07H00 de la mañana, señaló la prefectura de la región del Var en un comunicado, en el que informó sobre ráfagas de viento en la zona de entre 60 y 70 km/h en la zona.
La fuerza del viento debería disminuir durante la mañana, según previsiones, lo que facilitaría las labores de los bomberos.
Desde el lunes, los incendios que se multiplican en el sureste de Francia, la costa mediterránea y la isla de Córcega han calcinado más de 5.000 hectáreas. Más de 20 bomberos han resultado heridos en los operativos.
Para apagar estos voraces incendios, Francia solicitó a la Unión Europea dos aviones cisterna de tipo Canadair. Un primer avión italiano llegó a Córcega el martes por la noche.
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, viajó el martes a esta isla afectada por un impresionante incendio que avanzó a toda velocidad, amenazando a viviendas.
«Sobrevolé bosques desfigurados. Hago un llamamiento solemne al civismo de todos: estos siniestros pueden evitarse», tuiteó el ministro.
Collomb anunció además un pedido de seis aviones cisterna de tipo Dash para combatir estos incendios forestales. Un sindicato de pilotos había alertado el martes de la «falta de aviones cisterna» en Francia.
En La Croix Valmer, cerca del prestigioso balneario de Saint-Tropez, donde cerca de 500 hectáreas fueron arrasadas por las llamas, la situación estaba bajo control el miércoles por la mañana.
El sureste de Francia sufre una sequía desde hace varias semanas, a lo que se suman fuertes vientos que aumentan los riesgos de incendios.
El número dos de los bomberos de Francia, Grégory Allione, hizo un llamamiento a la población para que «tengan en cuenta que en el Mediterráneo, en Provenza, en Córcega, hay que tener una actitud ciudadana: no hacer fuego, no fumar, no hacer barbacoas, no hacer obras en los bosques».
A mediados de julio en Saint-Cannat, en la región de Marsella (sureste), un incendio probablemente causado por una colilla arrasó 800 hectáreas de terreno.
Francia no es el único país europeo presa de incendios. En Portugal, donde un gigantesco incendio causó 64 muertos hace más de un mes, las llamas volvieron a propagarse en el centro del país desde el domingo.
Unos 20 pueblos, rodeados por las llamas, tuvieron que ser evacuados el martes por la noche.