Su nombre es Sarahah y promete dar que hablar. En solo una semana ya se ha convertido en una de las apps más descargadas de la App Store en Australia, Irlanda, Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, su origen es de Arabia Saudí. La pregunta es clara: ¿Con WhatsApp, Facebook, Twitter, Snapchat e Instagram, qué más nos queda por hacer en cuanto a redes sociales? Pues muy fácil: enviar y recibir anónimos.
Seguramente tú como yo nos hemos quedado helados. La app se desarrolló a finales de 2016 como una web cuyo nombre en árabe significa “franqueza” u “honestidad”, cuyo objetivo inicial era disponer de una herramienta que ayudase a los empleados a proporcionar feedback sobre sus jefes. Pero obviamente, su creador Zain al-Abidin Tawfiq, vio que se abría ante él todo un mundo de posibilidades.
Aunque los inicios fueron duros, pronto se convirtió en viral y se expandió por Oriente Medio sin necesidad de gastar un dólar en promoción. Tras ver el éxito, el creador decidió convertirla en app, consolidando su viralidad, cosechando los 14 millones de usuarioscon los que cuenta en la actualidad.
La base de su éxito es sencilla: en teoría, aunque la gente cuente sus cosas, tiene ciertos reparos a la hora de abrirse con temas peliagudos o con personas de distintas edades, sexos, etc. Huelga decir algo que estamos pensando todos: con esta red social, a priori se abre la puerta a todo tipo de acoso y bullying, sobretodo teniendo en cuenta el éxito que está teniendo entre la juventud.
Algunas apps como Instagram y Snapchat proporcionan una fuente a sus usuarios, que en sus publicaciones ofrecen la posibilidad de que sus seguidores dejen sus impresiones anónimamente a través de Sarahah.
Tawfiq busca que su creación sea un lugar positivo, pero claro, proporciona todas las herramientas para lograr justo lo opuesto. De hecho, plataformas similares como Curious Cat o Ask actúan básicamente de manera similar, si bien nunca han logrado convertirse en algo mainstream.
