Redacción Internacional.- Aunque los niños no puedan notarlo, los juguetes que ofrece el mercado, desde los más caros hasta los más económicos, son generalmente, una manifestación cultural de la sociedad donde se producen. Los tiempos cambiaron y, por lo tanto, los juguetes también.
Además de la reivindicación de no separar los juguetes por ser “para niños” o “para niñas”, ahora también los juguetes (sobre todo los que tienen forma humana) ya no tienen características homogéneas. Son cada vez más las opciones de juguetes que reflejan la diversidad de la población con varios tonos de piel, formas de cuerpo y demás características físicas.
Las modificaciones de la icónica muñeca Barbie en ese sentido, por ejemplo, fueron tal vez uno de los pasos fundacionales del cambio de paradigma. Es cada vez más frecuente que las grandes empresas y los productores independientes se dirijan en ese sentido. Ahora, una artista se hizo viral por las muñecas que refacciona para que tengan características reales.
Entre ellas, algunas con albinismo, un trastorno genético caracterizado por la nula producción de melanina o vitiligo, una enfermedad adquirida, no contagiosa y crónica que se manifiesta en la pigmentación de la piel. Ninguna tiene, en principio, impacto en la salud pero ambas son usualmente un foco de discriminación.
Winnie Harlow, la modelo con vitiligo que apareció en la 21 ª temporada de America’s Next Top Model y desde entonces saltó a la fama y fue protagonista en numerosas campañas de moda, fue la principal inspiración de la artista Kay Black.
“Me motiva la gente común”, confesó la emprendedora, que vende las muñecas a través de su marca, Kay Customz. Black contó en una entrevista con la revista estadounidense People que ella empezó a hacer muñecas y accesorios como hobby además de su trabajo





