Redacción Internacional.- Kentavious Caldwell-Pope, escolta de Los Angeles Lakers, no ha dejado de jugar y entrenar en la actual temporada de la NBA, lo curioso del caso es que el basquetbolista de 24 años cumple una sentencia en prisión.
En marzo pasado, Caldwell-Pope, cuando aún milirtaba en Detroit Pistons, fue detenido por conducir en estado de ebriedad. El jugador se declaró culpable y tenía que someterse a una prueba de alcohol y drogas durante 12 meses, para tener derecho a su libertad condicional.
Sin embargo, el escolta de la quinteta angelina no cumplió con la orden y hace dos semanas fie condenado a 25 días de cárcel, sentencia que actualmente cumple en el Centro de Detención del Departamento de Policía de Seal Beach, en el Condado de Orange, California y que se ubica a 20 kilómetros del Staples Center, casa de Los Angeles Lakers.
De acuerdo con ESPN, el Centro de Detención donde Caldwell-Pope cumple su sentencia es un recinto especial de “pago por estadía”, que cobra a los reclusos 120 dólares por noche y cuenta con cama, televisión de pantalla y un centro médico.
Además, por tratarse de una sentencia menor y temporal, Caldwell-Pope tiene autorización para acudir a los entrenamientos y partidos de los Lakers como locales, pero vigilado con un dispositivo GPS colocado en su pierna.
El 31 de diciemebre, en la víspera del Año Nuevo, los Lakers jugarán en Houston y el primer día de 2018 lo harán en Minnesota, sin embargo, esos partidos se los perderá Caldwell-Pope, pues aún no puede salir del estado de California.
