Hipertextual
El Gobierno norteamericano quiere pulverizar las esperanzas de Huawei de vender sus teléfonos en Estados Unidos. Si el CES 2018 ha dejado un sabor de boca más que amargo a la compañía al verse truncadas sus intenciones de anunciar un acuerdo con AT&T, una de las principales operadores de Estados Unidos, para comenzar a distribuir el Mate 10 Pro con toda la gloria que se merece, los tiempos que se avecinan no parecen tener matices dulces a corto plazo.
A la alianza entre miembros del senado y la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), que supuestamente derivó en la prohibición del acuerdo previsto entre Huawei y AT&T, hay que sumarle ahora presiones directas de los legisladores del Gobierno, según informa Reuters. Alegando problemas de seguridad de Estado, instan a romper de manera absoluta cualquier lazo comercial que pueda existir entre la compañía de telecomunicaciones y Huawei, temiendo que los teléfonos puedan compartir con China datos recogidos sin consentimiento.





