Redacción Internacional.- Para atacar la inseguridad que prevalece en destinos como Los Cabos y Cancún, el secretario de Turismo del gobierno mexicano, Enrique de la Madrid, propuso legalizar la producción, venta y uso de la marihuana, «cuando menos en las zonas turísticas».
La inédita declaración del funcionario mexicano tuvo el respaldo de empresarios del sector, que consideran la legalización de la marihuana como una opción para combatir el crimen organizado que afecta importantes destinos turísticos de México.
El turismo aporta 8.7% del Producto Interno Bruto mexicano y genera 10 millones de empleos, de acuerdo con cifras oficiales, lo que lo convierte en una de las principales actividades económicas.
Luego de que las cifras oficiales confirmaron que 2017 fue el año más violento en México, De la Madrid afirmó que al país le haría un «enorme daño» perder los destinos turísticos por cuestiones vinculadas al combate al narcotráfico.
Por eso consideró que, cuando menos en las zonas turísticas del país, México debería legalizar su uso. «Y no sólo el uso, sino la producción y venta», lo que contribuiría a tener «destinos más seguros», dijo.
En un foro sobre turismo organizado por la Universidad Anáhuac, el secretario de Turismo consideró que los recursos que podrían servir para escuelas y hospitales no se deberían «desviar» para combatir el consumo de cannabis, pues «científicamente hablando, la marihuana es mucho menos dañina que el alcohol y el tabaco».
De la Madrid rechazó que una eventual legalización de la marihuana impulsaría en México el «turismo de drogas». Dijo: «Claro que no. Si vengo de California, que hay algo de eso (legalización de la marihuana recreativa), yo diría: si me las van a prohibir en Los Cabos, mejor me quedo en California».
Consideró que una estrategia pertinente sería, como en Estados Unidos, seleccionar algunos destinos. Los primeros candidatos, dijo, serían los estados de Baja California Sur y Quintana Roo.
Empresarios del ramo coincidieron con el funcionario. «El tema de las drogas debe ser más un tema de salud que de seguridad, y los recursos los debemos utilizar más en educar a las familias y en que protejan a los jóvenes del uso de las drogas», dijo Pablo Azcárraga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico.
Para el representante empresarial, México debe cambiar la «medicina» contra la inseguridad y no penalizar a quien hace uso de la marihuana, sino a los portadores de armas. «No podemos permitir que destinos como Los Cabos o Quintana Roo estén sufriendo guerras del crimen organizado por tener un enfoque, desde mi punto de vista, equivocado», dijo.
Quintana Roo, donde se encuentran puertos turísticos internacionales como Cancún y la Riviera Maya, tuvo el año pasado un número récord de visitantes y un crecimiento de 12%, a pesar de la alerta de viaje que emitió Estados Unidos en agosto por la violencia en México.
Los Cabos, en Baja California Sur, fue el destino con mayor crecimiento en el país (17%), pero también fue escenario de episodios violentos como el ataque armado a la turística playa de La Palmilla, que dejó tres muertos y dos heridos en agosto.
Azcárraga consideró que si México no atiende el problema del crimen organizado en destinos turísticos, se corre el riesgo de que la situación se salga de las manos y se afecte mucho a la economía.