Redacción Internacional.- Marcell Ozuna se puso a bailar con la música que sonaba del parlante de Yadier Molina. Comparó bates con Dexter Fowler. Su incesante risa se hace sentir como un rugido en el camerino.
No tardó mucho para que el nuevo integrante de los Cardenales se hiciera notar.
“Es una excelente persona”, señaló el lanzador y compatriota dominicano Carlos Martínez. “Somos sus aliados, yo y Yadi (Molina). Solo quiero que se ponga al día con lo que hacemos en este camerino. Ya está como en familia”.
La producción ofensiva de Ozuna fueron las razones obvias que despertaron el interés de San Luis por Ozuna, cediendo cuatro prospectos a los Marlins de Miami en diciembre por el jardinero de 27 años.
“Cuando hicimos las investigaciones de rigor, solo recibimos informes favorables sobre él en el camerino y eso es importante porque cada vez que firmas a un agente libre o tras a alguien en un canje quiere asegurar que tendrá una transición sin problemas en ese camerino, teniendo un impacto positivo”, comentó el gerente general John Mozeliak.
Ozuna mostró su calidad de inmediato. Los detalles de su sesión sabatina de bateo — en la que pidió lanzamientos de diversas velocidades y ubicación — no tardaron en llegar al manager Mike Matheny.





