https://www.youtube.com/watch?v=YgX7HdbS_20&feature=youtu.be
Esta nación es rica en diversidad, poseemos clima seco, húmedo y templado, llanuras, montañas, valles y planicie que adornan esta media isla.
Tenemos las mejores playas del mundo y estamos calificados como el edén del Caribe, por la riqueza de nuestra naturaleza, cultural y arqueológica.
Uno de los grandes tesoros de nuestra nación es el Parque Nacional Cueva de las Maravillas, ubicada en San Pedro de Macorís.
Este Parque Nacional que no conecta con el pasado precolombino, ha sido administrado celosamente por un patronato que pide la extensión, administración y traspaso de los terrenos circundantes que son cruciales para el sostenimiento y conservación de este patrimonio del país.
A eso se oponen grupos ecologistas, legisladores populistas y ciertas organizaciones de la sociedad civil.
Debemos tener cuidado con el fundamentalismo ecológico y tomar como ejemplo parques como Yellowstone en Estados Unidos, que combina la explotación turística privada con el cuidado de los recursos naturales.
Los que mantienen el valor ecológico de la Cueva de las Maravillas tiene una gran responsabilidad, entendemos los humildes dominicanos que este patrimonio nacional está en buenas manos, pero debe explicarse a futuro que se hará, ya que la nación está en expectativa.
Por lo que se ha hecho no dudamos que será en beneficio de la protección ambiental para la ampliación del Parque Nacional Cueva de las Maravillas, está en buenas manos, pero siempre debe ser una responsabilidad nacional el pedir resultados de todas las operaciones, planes y consecuencias de un proyecto como este.
Multimedios Teledradio America, exhorta a desarrollar el Parque Nacional Cuevas de las Maravillas en una labor conjunta del Estado y el sector privado como sucede en España y Costa Rica.
Apoyamos la ampliación del Parque Nacional Cueva de las Maravillas, lo que hace mayor la responsabilidad ante la nación por parte del patronato que la administra.
El avance de un país, no debe frenarse invocando ideas tremendistas como la extinción de nuestros recursos naturales y una catástrofe de nuestro ecosistema, se oyó claro, diputados y senadores.
