CANADÁ. Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación.- Briunny Garabito Segura, embajador dominicano en Canadá expresó que la diplomacia ha cambiado a nivel global, para pasar de tener la política como centro en las relaciones entre dos países a que las mismas sean regidas por el comercio.
El embajador dominicano en Canadá tiene ese concepto muy definido y ha logrado contagiar a quienes le acompañan en la misión diplomática.
En apenas seis meses en esa nación el matiz comercial empieza a sentirse. “Hemos pasado de la diplomacia política a la diplomacia comercial”, expresa con autoridad, pero con la delicadeza de un embajador que ha ido haciendo carrera.
Logró buscarse de aliados al ministerio de Turismo y al Consejo de Zona Franca para que junto al Ministerio de Relaciones Exteriores dieran vida a la “Primera semana turística, económica y cultural dominicana”, en Ottawa, el centro político de Canadá.
“Tenemos un potencial tremendo para que las inversiones canadienses se incrementen en el país, pero además para hacer negocios más allá de la actividad turística, que puede seguir creciendo”, indica Garabito Segura.
En 2017, unos 827 mil canadienses visitaron República Dominicana, el segundo grupo étnico mayor después de los estadounidenses.
“Los canadienses mismos son los que más promocionan al país, pero tenemos que dar otros pasos para que se exporten productos dominicanos hacia Canadá y que además los canadienses vayan a hacer negocios al país.
La Cancillería dominicana ha visto el nuevo rumbo de las relaciones con Canadá y por eso su representación en el evento organizado por la embajada dominicana estuvo conformada por sus viceministros para asuntos económicos y el de relaciones con la comunidad dominicana en el exterior, Hugo Rivera y Carlos Gabriel García.
Por primera vez, en 20 años de reabierta la embajada dominicana en Canadá, se produce un evento en el que se realizan mesas de negocios, exposición de la artesanía dominicana con vocación de exportación, de productores agropecuarios y el omnipresente turismo, en un país donde se “idolatran” unas vacaciones en la República Dominicana.
La embajada celebró ayer el Día de la Independencia de manera distinta a todas las demás delegaciones dominicanas en el exterior, creando un escenarios para los negocios con República Dominicana.
Con el merengue como telón de fondo y una muestra de la gastronomía dominicana, representantes del clúster turístico de Puerto Plata se reunían con touroperadores, artesanos y tiendas que pudieran interesarse en la joyería a base del larimar o el ámbar.
Luisa Fernández, directora ejecutiva del Consejo de Zona Franca, hacía lo propio con potenciales inversionistas. “Lo que hacemos hoy puede verse en unos años, pero el impacto de las empresas de zonas francas de Canadá es impresionante”, enfatizó.
Pone como ejemplo a Gildan, una empresa textilera canadiense que se ha convertido en la segunda mayor empleadora en zonas francas en el país.
Entre su manufactura de tela y talleres de costura emplea a más de 11,000 personas.
“Esa empresa ha transformado a la comunidad de Guerra, donde ha desarrollado un programa de responsabilidad social digno de resaltar”, explica con entusiasmo Fernández.
“Estamos aquí porque tenemos una lucha para que los grandes inversionistas vean que República Dominicana es mucho más que playa, baile y ron. Que también es manufactura, por ejemplo”, enfatiza.