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¿Confiarías en que un reloj tome fotos de tu familia, mascotas e hijos? Esa es la pregunta que Google hace con su cámara Google Clips de US$250. Es una cámara de 2 pulgadas cuadrada con entrañas de inteligencia artificial (IA). Esta IA está basada en una red neural que Google entrenó para tomar videos de 7 segundos de duración cuando ve algo “interesante” ocurrir. (Ya hablaremos a lo que Clips considera “interesante”).
Es una cámara que puedes posar en cualquier parte para que capture de forma automática momentos esporádicos — como una risa, una sonrisa, un gesto gracioso o adorable — que no tendrías tiempo de captar con tu teléfono. Y, como no tienes que sacar tu teléfono para hacerlo, puedes hasta disfrutar del momento.
Pero esa es la forma en la que lo vende Google.
Y esto asume que confías en que el robot de Google mantenga tus fotos seguras y que la red neural de Google es suficientemente inteligente para tomar las fotos que tú quieres que capte. Y también asume que tienes un iPhone, Google Pixel o un Samsung Galaxy S7 o Galaxy S8, porque estos son los únicos teléfonos con los que funciona actualmente.
Después de pasar una semana con Clips, creo que Google ha acertado en algo, pero no me compraría una.
Adorable, pero no espeluznante
En 2013, Google aprendió a las duras: El mundo no está listo para darle la bienvenida a las cámaras cyborg en sus negocios y mucho menos en sus casas.
Afortunadamente, la Google Clips no se ve nada como las ya extintas Google Glass.
Con una cámara que parece ser un ojo enorme con un aspecto nuevo y fresco, la Clips parece ser más un juguete que una herramienta. En el peor del los casos, es un poco ridícula. Y en el peor de los casos, es adorable.




