EFE.- El expresidente de Ecuador Rafael Correa aseguró hoy en Madrid que la VIII Cumbre de las Américas que comienza este viernes en Lima será «intrascendente», aunque en general, dijo, «esas cumbres no sirven para mucho, y concretamente en esta van a faltar muchos actores fundamentales».
«Hay gobiernos que han vuelto al pasado, sin proyecto nacional, sin soberanía. El propio Perú, donde acaba de renunciar el presidente Pedro Pablo Kuczynski y ha sido reemplazado por su vicepresidente. Habrán las declaraciones líricas de siempre, pero sin ninguna repercusión concreta de mayor trascendencia», afirmó.
Para Correa, la única Cumbre de las Américas que tuvo trascendencia fue la de Panamá, en 2015, «porque por primera vez en la historia participó Cuba por la presión de los países latinoamericanos».
Correa se refirió a este asunto en una rueda de prensa en la capital española en la que repasó la actualidad de América Latina y su retorno a la escena política, un regreso que atribuyó al «ataque a la Constitución y a los derechos humanos» que considera se está llevando a cabo en Ecuador.
«Pero no voy a ser candidato ni me voy a postular a nada, sólo voy a estar acompañando a los míos en esa lucha», precisó Correa, quien reside en Bélgica con su familia desde julio de 2017.
El expresidente ecuatoriano denunció la judicialización de la política, que no solo existe en su país, dijo, sino en «varios países de América Latina en los que, además «la Constitución está de vacaciones» mientras «el mundo, Europa, mira para otro lado».
Igualmente criticó la falta de unidad entre los países de la región que ha impedido que organismos como UNASUR o la Celac hayan resultado exitosos.
A ese respecto reconoció que América Latina debería tomar como ejemplo «la voluntad de unión de Europa», que sigue unida a pesar de tener países con diferentes culturas, idiomas e incluso religiones.
Correa criticó también «la doble moral internacional», porque «si Angela Merkel gana su cuarta elección es una gran lideresa y Alemania una democracia madura, pero si lo hace Evo Morales es un caudillo y Bolivia una dictadura».
Aunque no quiso profundizar sobre las elecciones presidenciales de mayo en Venezuela, denunció la «propaganda y el boicot interno e internacional» contra ese país.