https://www.youtube.com/watch?v=X86nxbz32yk
Los humildes dominicanos hemos visto durante más de 50 años los mismos actores políticos.
En esas cinco décadas han experimentado cambios, no solamente en lo físico, sino también en su modo de actuar y ver a la sociedad.
En su estrategia para permanecer en el poder, siguen con métodos fracasados y discursos que ya la población no cree.
Estos dinosaurios políticos han acabado con la esperanza del pueblo dominicano y han sembrado la derrota y la desesperanza.
En esa acción de sobrevivir, de no querer morir políticamente, luchan por engullirse a los nuevos liderazgos, en esta guerra, entre lo viejo y lo nuevo, siempre se impondrá lo nuevo.
Hoy tenemos jóvenes en la política dominicana con un discurso del siglo 21 y una visión de futuro, algunos en posiciones importantes, tal como David Collado, bien ponderado por su gestión al frente de la Alcaldía del Distrito Nacional.
Carolina Mejía, José Paliza incursionando ahora y ya con buen trabajo en el congreso; Andrés Navarro trabajando en un área sumamente delicada y bien visto; Manuel Crespo, José Laluz, crítico de su propio partido, lo cual es bien visto por la sociedad; Guido Gómez Mazara tratando de revivir un partido histórico que ha sido llevado al derrumbe y Faride Raful, Diputada representa una nueva estirpe de la política dominicana.
Los dinosaurios políticos en República Dominicana comienzan a dar sus últimos coletazos y como ley dialéctica, lo nuevo se impondrá a lo viejo.
Es hora de que se vayan a la casa.
