Imagínate pilotear un dron usando los movimientos de tu torso solamente y dejando tu cabeza libre para mirar alrededor, como un pájaro.
Una investigación de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) acaba de mostrar que usar el torso para pilotar máquinas voladoras es realmente más práctico y más efectivo que usar el joystick (palanca de mando o control remoto) tradicional.
De acuerdo con un comunicado de la institución educativa, el autor principal del estudio, Jenifer Miehlbradt, del Laboratorio de Neuroingeniería Traslacional de EPFL, señaló: “Nuestro objetivo era diseñar un método de control que fuera fácil de aprender y por lo tanto requiriera menos atención mental por parte de los usuarios para que puedan enfocarse en asuntos más importantes, como búsqueda y rescate”.
Asimismo, añadió que “usar tu torso realmente te da la sensación de que en realidad estás volando. Los joysticks, por otro lado, son de diseño simple, pero dominar su uso para controlar con precisión los objetos distantes puede ser un desafío”.
Los científicos querían observar cómo las personas usan sus cuerpos para pilotear un objeto volador, en este caso un dron, y determinar qué movimientos son más intuitivos y naturales, abordando el problema piloto desde una perspectiva completamente nueva.
Comenzaron monitoreando los movimientos corporales de 17 personas gracias a 19 marcadores infrarrojos colocados en la parte superior del cuerpo, así como su actividad muscular.
Cada participante siguió las acciones de un avión no tripulado virtual a través de paisajes simulados que pasaron a través de gafas de realidad virtual, destacó la EPFL.
Surgieron patrones de movimiento y los científicos rápidamente establecieron estrategias relacionadas con el torso para pilotar drones: descubrieron que solo se necesitaban 4 marcadores, ubicados en el torso, para pilotar simuladores de vuelo y drones reales a través de un circuito de obstáculos de manera efectiva.
En general, los científicos compararon sus estrategias de torso con el control con joystick en 39 individuos. Descubrieron que el control del dron torso superaba el control del joystick en precisión, confiabilidad y con sesiones de entrenamiento mínimas.





