La quimioterapia para tratar la leucemia linfoblástica agua (LLA) infantil está asociada con alteraciones cerebrales durante la atención y otras funciones ejecutivas, según revela un estudio.
El 20-40 por ciento de los sobrevivientes de la LLA infantil tienen trastornos neurocognitivos, incluido el déficit de atención, de acuerdo con la investigación.
El equipo del doctor Kevin R. Krull, del Hospital de Investigación de los Niños St. Jude, Memphis, Tennessee, halló que altas concentraciones de metotrexato en plasma estaban asociadas con la disfunción ejecutiva, el córtex más grueso y mayor actividad en las regiones frontales del cerebro, aunque las causas de la deficiencia cognitiva en los sobrevivientes de LLA se desconocen.
Los autores evaluaron los resultados de las pruebas neurocognitivas y las imágenes de resonancia magnética (MRI, por su sigla en inglés) funcional de 165 niños que habían superado una LLA con quimioterapia, pero sin profilaxis con irradiación craneal, cinco o más años después del diagnóstico.
El grupo registró tasas significativamente más altas que la población general de deterioro en el cambio entre números y letras, fluidez verbal, enumeración hacia adelante y atrás, diseño de bloques, codificación y secuencias de letras, entre otras funciones, según publican el equipo en Journal of the National Cancer Institute.
Los sobrevivientes con deterioro de la función ejecutiva y la velocidad de procesamiento de la información registraban una mayor exposición a metotrexato que aquellos sin ese deterioro.
Los patrones de activación del cerebro revelaron una reducción en algunas áreas, lo que sugiere un compromiso para la realización de las tareas, y un aumento en otras, lo que sugiere un compromiso compensatorio.
Una menor edad al momento del diagnóstico y una mayor exposición a metotrexato estuvieron asociadas con una menor activación cerebral en las regiones relacionadas con la inhibición de la respuesta y cambios en la atención, el lenguaje, las funciones ejecutivas y los procesos de toma de decisión.
Entre las limitaciones del estudio, el equipo señaló el tamaño de la muestra, la falta de grupos control, el uso de equipos de MRI distintos y la falta de datos de MRI funcionales antes del diagnóstico o durante el tratamiento para comparar con los resultados. Krull no hizo comentarios sobre el estudio.





