No te preocupes lo más probable es que lo haya. Tienes tantos días acostándote y levantándote que mañana no será la excepción.
Has visto que la muerte nos ronda por doquier, que eres muy suertudo, te ha picado cerca, con tus padres, con tus hermanos, con tus abuelitos, con tus amigos, pero… ¡Que suerte tienes! No a ti, ¡Caray… que privilegiado eres! ¿A ver cuánto te dura? Ojalá sea por muchos años.
Alguien dijo que la muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de “gabela”, empleada esta palabra con el significado de “coge alante…”
Pero, por qué preocuparte por la muerte, si cuando tú eres, ella no está y cuando ella está tú no eres. No es posible una convivencia personal con la muerte. Eso sí te puedo asegurar; de repente nos pasará como el cuento aquel. atribuido a Coelho “del hombre el caballo y el perro”, los que mató el rayo.
Un día nos sorprenderemos andando, sin ya poder andar, riendo o llorando si ya poder reír o llorar. Un día nos iremos y no lo sabremos, un día dejaremos de ser y ya no sabremos de dónde venimos.
Como no hemos vivido la experiencia de la muerte propia, vivimos como si nunca fuéramos a morir, ya que nadie aprende por cabeza ajena, la muerte que te ha picado cerca, te ha movido a reflexión, pero no te ha dado una lección transformadora. Te ha hecho reflexionar y has expresado: “no somos nada”. Pero te has consolado diciendo: Bueno… la vida tiene que continuar y para ahí vamos todos.
Pero sólo son palabras producto del dolor y o la sorpresa, si fueran reales, de convicción, tu vida después de, no sería la misma. Cambiarías la rutina inútil en la que gasta tu existencia y sabiendo lo efímero que eres, tratarías de vivir mientras sepas que estas vivo y no morir el poco de vida que te queda.
Si no tienes de que arrepentirte (querer volver sobre tus pasos), y a nadie dañas con tu accionar, pues continúa gastando tu vida en eso, ha de ser bueno, ha de ser lo correcto, pero ve chequeando, no sea que estés cogiendo fiado para pagar con creces lo consumido.
A la verdad …No sé ni porque estoy escribiendo estas cosas. Total, me pasará lo mismo que a Perales. Me refiero a su canción hermosísima que tituló “Soledades” haz una pausa en la lectura y búscate esa canción, ¡Ve…, aquí te espero para que concluyamos!
Si ya la escuchaste espero te haya gustado. Así como lo que grita Perales, me siento a veces, y hasta para mí mismo. Hoy estamos conscientes que estamos vivos, asumimos que cuando muramos ya nada sabremos, los cristianos y otros no cristianos, pensamos que en parte eso es así, pero creemos en una nueva conciencia espiritual después de un tiempo, en que seremos llamado, para hacernos justicia o por lo menos para comprobar si aceptamos el pago que por nuestras iniquidades ya Jesús saldó
Darnos lo que en justicia merecemos a unos y a otros bajo la condición arriba expresada. Es como la historia de la señora con Alzheimer, ella no sabe quién es, ni donde está, pero su esposo de toda la vida la visitaba, en su centro de internamiento a una hora puntual y con flores en la mano. Cuando alguien le cuestionó sobre la puntualidad y las flores, aduciendo que ella nada sabía ya, él le contestó: ella no sabe quién es, pero yo si lo sé.
Quizás mañana no sepas quien eres, si exististe, existes o existirás, pero hoy si lo sabes, y debe saber que sólo tienes unos segundos, que vienes de romper una ínfima parte de una eternidad sin ti, que como rayo te irás, y que la eternidad continuaras sin ti. E incluso borrará el brote de tu existencia
Mientras; sabes que ahí tiene tus hijos, hermanos, amigos, pareja. tu país, tu prójimo, todo este mundo y sobre todo; tienes la promesa de una eternidad que ves pero que hoy no eres, y que tú puedes marcar la diferencia con tu creer, tu carácter y tu accionar. Los cristianos ponemos ante todo esto la confianza en Jesús y su palabra, en Dios y su eterna verdad.
¿Cómo tomarás estas vacaciones eternales? dejando odio, intriga, responsabilidades esenciales como hacer el bien y dejar amor, inconclusas. Escribo para ti, pero también lo hago para mí en lo que me toca.
Nada…, ya no seguimos; total ¿quién me erigió quía de nadie?, ¿o quién me asegura que lo que diga realmente sea válido para ti?, ahora compartiré contigo la lectura que en horas de la madrugada estaba leyendo antes de entablar este dialogo contigo, espero que te ayude de alguna manera:
Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.6 Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo.10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra ,Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo,16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen ,Y su justicia sobre los hijos de los hijos;18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles ,Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto.21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad.22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras ,En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová,
En eso estaba… Hasta la próxima. Ah, tal vez fue que ahí leí: “Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.” Quizás…, fue eso. Lo de Perales no lo sé.