Fuga de más de 11.000 millones del Ibex en España desde que gobierna Pedro Sánchez

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Los primeros 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez se han saldado con una caída de 11.187 millones de euros en el Ibex 35.

Los primeros 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez se han saldado con una caída de 11.187 millones de euros en el Ibex 35.

Es exactamente la cantidad que ha perdido el principal índice de la Bolsa española desde la moción de censura del pasado 31 de mayo, cuando su capitalización se situó en 487.679 millones de euros, hasta los 476.492 que totalizó ayer, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME). Un 2,29% menos que ha contribuido a situar al Ibex como el peor índice europeo en lo que va de año.

Hasta ayer, el selectivo se había dejado un 7,7% en 2018, por delante del Dax de Fráncfort (-7,21%) e incluso del Ftse Mib de Milán (-6,43%), pese a la fuerte crisis política y de credibilidad que afecta a Italia desde hace meses. «La impresión general es que hay cierta desaceleración, más en España que en Europa» y esa incertidumbre, a juicio de Ignacio Cantos, director de Inversiones de Atl Capital, se traslada a las decisiones de los inversores finales.

La histórica moción contra Mariano Rajoy coincidió con la crisis política en Italia y acentuó la tensión en los mercados, aunque éstos se relajaron poco después en una muestra de confianza hacia el nuevo Ejecutivo socialista.

Ahora, sin embargo, tres meses después y con los riesgos transalpinos más controlados, los inversores vigilan con recelo las medidas que barajan en Moncloa: la evolución del impuesto a la banca [primero muy vivo, luego descafeinado y ahora, descartado], la posible implantación de una tasa a las transacciones financieras, o las dudas en torno a un nuevo impuesto al diésel…

«Cualquier inversor internacional que ve un gobierno con estas intenciones puede retraerse y optar por otros valores que les ofrecen más tranquilidad y seguridad», asegura Cantos. «No se le puede achacar toda la responsabilidad al Ejecutivo, si bien es cierto que no ofrece credibilidad», añade.

Tampoco ayuda que el Gobierno haya elevado el objetivo de déficit pactado con Bruselas por no considerarlo un nivel «realista», de forma que la ministra Nadia Calviño comunicó a la Comisión Europea que el nuevo compromiso se eleva medio punto en 2018 -hasta el 2,7%- y otro medio en 2019 -hasta el 1,8%-. La propia Comisión rebajó la previsión de crecimiento para España este año del 2,9% al 2,8% y otros indicadores coyunturales como las ventas minoristas, el turismo o el índice de producción industrial empiezan a dar señales de aviso ante una posible desaceleración económica.

No hay que obviar, sin embargo, que los primeros 100 días de Sánchez han coincidido con la inestabilidad política en países como Alemania o Suecia, con el estallido de la guerra comercial entre China y EEUU y con las dudas sobre algunos países emergentes como Turquía, Brasil o Argentina.

A juicio de Joaquín Torres, analista de XTB, estos dos últimos son los principales riesgos para la renta variable española y global. Otra cosa es que se confirmen finalmente algunas de las medidas anunciadas por Sánchez, «ya que eso podría acarrear una posible reducción de los beneficios empresariales y los inversores penalizarían a las compañías», matiza.

Los números muestran que la renta variable se ha resentido, pero es la fija la que mejor refleja las dudas de los mercados. La prima de riesgo marcó 114 puntos básicos el 31 de mayo, frente a los 108 de ayer y, en cualquier caso, muy lejos de los 66 de febrero. La última subasta del Tesoro, celebrada el pasado jueves, fue peor que la anterior emisión comparable. En otras palabras, España tuvo que pagar más para poder financiarse.

De cara a los próximos meses, la principal incógnita es la falta de apoyos parlamentarios del Gobierno. La imposibilidad de aprobar leyes y reformas puede acabar afectando más al crecimiento y, como consecuencia, a la confianza de los inversores.

Sobre el Autor

Jessica Hernandez

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