Han tenido que pasar tres días para que Nicki Minaj se animara por fin a hablar públicamente del altercado que protagonizó muy a su pesar junto a Cardi B el pasado viernes en una fiesta organizada por la revista Harper’s Bazaar en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York.
A diferencia de su compañera de profesión y ahora enemiga declarada, que utilizó sus redes sociales para pronunciarse acerca de su encontronazo, la intérprete de ‘Anaconda’ ha optado por otra plataforma, su programa de radio ‘Queen’ para la emisora Beats One de Apple, que le permitía explayarse largo y tendido acerca de lo sucedido para defender su buen nombre y su inocencia.
Nicki ha comenzado su alegato asegurando que jamás se había sentido tan avergonzada como esa noche y que, mientras Cardi se dedicaba a proferirle insultos e intentar zafarse de los guardaespaldas que la sujetaban previsiblemente para golpearla -por suerte no lo logró-, ella solo podía pensar en la impresión que debían estar causando al resto de invitados.
«La otra noche me vi involucrada en algo muy humillante por lo que pasar frente a gente tan distinguida… y no estoy hablando de blancos o negros, me refiero personas que tienen su vida en orden. Me sentí mortificada… No podía creer lo humillada que me estaba sintiendo… ni la imagen que estábamos dando, y uso la primera persona del plural de forma vaga».
Por otra parte, la rapera ha vuelto a insistir en que, a diferencia de lo que asegura su rival, ella nunca ha hecho referencia públicamente al papel de madre de Cardi ni a sus aptitudes como tal.
«Jamás hablaría del hijo de otra persona, y resulta muy triste que alguien intente hacer creer al resto del mundo que sí lo haría. Que queda claro: nunca hablaría de niños ni de la forma en que les educan sus padres, porque me importa una mi**da para empezar. Resulta una verdadera locura que la gente siempre quiera hacerme quedar como la mala de la historia», aseguró la cantante, antes de dirigirse a una persona cuyo nombre no quiso mencionar -aunque resultaba evidente que se trata de Cardi- para afearle su comportamiento.
«Si te metieras en tus asuntos e hicieras las cosas bien, no necesitarías ir por ahí haciendo quedar a los demás como los malos. Sabes de sobra que nunca he hablado mal del hijo de nadie. Yo no soy una payasa, y eso son payasadas», ha recalcado.
Su versión de los hechos choca frontalmente con la que ofrecía Cardi poco después de la fiesta de la discordia. Según ella, Nicki se había burlado tanto en la esfera virtual como en la vida real de su debut en la maternidad junto al rapero Offset, algo que no estaba dispuesta a seguir tolerando, de ahí que perdiera los papeles cuando las dos se encontraron cara a cara el pasado fin de semana.
«¡He permitido que dijeras muchas mi**das sobre mí! Intenté hablar contigo en persona sobre ello en una ocasión, y volví a intentarlo una vez más, y todas esas veces tú admitiste tu culpabilidad. Pero cuando mencionas a mi hija y decides dar ‘me gusta’ a comentarios acerca de mi capacidad para cuidar de ella cruzas una línea de no retorno. He trabajado demasiado duro y he llegado demasiado lejos como para permitir que nadie jo** mi éxito. Ese tipo de zo**as hablan mucho en sus raps, pero en la vida real son unas cobardes», aseguraba Cardi.