REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Áurea Vázquez Rijos, su hermana, Marcia, y José Ferrer Sosa fueron declarados la tarde de este miércoles culpables por todos los cargos imputados por la conspiración para el “asesinato por encargo” del canadiense Adam Anhang.
En la segunda jornada de deliberación, los siete hombres y cinco mujeres que integraron el jurado alcanzaron el veredicto unánime de culpabilidad.
El jurado había comenzado las deliberaciones en la tarde del martes, después que el juez federal Daniel Domínguez les leyera las instrucciones.
Aunque está por verse la vista de sentencia el próximo 29 de enero de 2019, ya se había informado que los delitos imputados conllevaban cadena perpetua.
Domínguez no concedió que estén libres bajo finanza hasta la sentencia, pero envió a Marcia a una institución psiquiátrica y denegó la petición de Ferrer Sosa. Tras conocerse el resultado, el juez también levantó la orden de mordaza que había durante el juicio.
De inmediato, la defensa anunció que apelará el caso. El jurado deliberó ayer hasta las 7:00 de la noche y retomó las labores a las 9:00 de la mañana.
En septiembre de 2005, Vázquez Rijos contrató a Alex Pabón Colón para que matara a Adam Anhang a cambio de 3 millones de dólares, señala la acusación de la fiscalía que data de 2008.
El objetivo de la acusada era «obtener ganancia financiera» con la muerte de Anhang, con quien había firmado un acuerdo prenupcial al casarse seis meses antes de ordenar el asesinato.
Anhang era un desarrollador inmobiliario canadiense con propiedades en Puerto Rico. De acuerdo a documentos judiciales, al momento de su muerte tenía un patrimonio neto de 24 millones de dólares.
Supuestamente, Vázquez Rijos convocó a cenar a Anhang al Viejo San Juan para facilitar al sicario su trabajo. Apodado «Alex el loco», el asesino a sueldo luego confesó haber matado a Anhang el 22 de septiembre de 2005, cuando la pareja salía del restaurante. Golpeó también a la mujer, para que el ataque luciera como un robo.
Una acusación de la fiscalía de 2013 que enmendó el texto de 2008 señaló a la hermana y al cuñado de Vázquez Rijos como coautores del asesinato.
Pero la principal acusada huyó a Italia antes de que la fiscalía emitiera la primera inculpación de 2008. Allí, según la prensa local, tuvo dos hijas gemelas e instaló una agencia de viajes.
El padre del asesinado, el exabogado canadiense Abe Anhang, sospechó de ella desde que murió su hijo y se dedicó durante años a perseguirla en sus viajes por el mundo y vigilarla a través de detectives privados, hasta que consiguió armar el caso para el FBI de Puerto Rico.
Finalmente fue arrestada en España en 2013 y luego extraditada.
«Sabíamos dónde estaba ella todo el tiempo», dijo Abe Anhang al noticiero canadiense Global News un año después del arresto. «Pero no podíamos tocarla».
En octubre de 2015, la rubia exmodelo asistió a una audiencia judicial en San Juan, donde dijo al juez que tenía 35 años y que en Italia había adoptado el nombre de Áurea Dominicci. Se declaró entonces «no culpable».
Según el Global News, Vázquez había ganado un concurso de Miss Puerto Rico Petite.