La unidad derrota a la oposición

J M Guerrero
J M Guerrero

La reunión del Comité Central del PLD, celebrada este sábado 27 fue la prueba de fuego para el Presidente del PLD, Leonel Fernández y el Presidente constitucional, Danilo Medina; estuvieron a la altura de las circunstancias y pactaron un acuerdo donde se preservo el respeto de ambas posturas respecto a la visión de ambos de la ley 33-18. Los tres puntos acordados fueron presentados por el expresidente Fernández y son conocidos por todos, la tensión provocada por dicha asamblea dio rienda suelta a la imaginación risueña de la oposición, la que a falta de propuestas únicamente ha podido anhelar la división oficialista, dicho afán ha sido su única postura estratégica desde el año 2007 y aún no comprenden que la unidad es la carta de presentación del peledeismo gobernante.

La oposición actualmente se encuentra dispersa, producto de la actitud del PRM frente a la aprobación de la ley de partidos políticos, aunque he sido repetitivo sobre este suceso es por lo evidente que la conformación de una alianza de varios partidos opositores fue destruida por la claudicación de Abinader al incumplir lo acordado en el seno del bloque de partidos opositores, al igual que lo sucedido con la tristemente célebre convergencia y de corta duración. Por eso cada día que pasa el PRM se aleja más del éxito electoral y para sazonar más su desgracia política, se vislumbra una división producto de las aspiraciones de Hipólito Mejía, tal cual sucediera en el 2012 con MVM.

Aparentemente hay un sector del PRM que únicamente procura jugosos negocios conjuntamente con cuotas de poder y no le interesa ser gobierno y la otra parte que quieren escalar los resortes del poder, sin propuesta alguna, están sentados debajo de una palma esperando la división del PLD, sin detenerse a observar que desde el 1996 hasta la fecha han transcurrido 22 años, con 16 años de gobierno consecutivos donde han ocurrido enfrentamientos y diferencias de criterios, sin embargo siempre han exhibido la capacidad de unificar razones para preservar su unidad monolítica.

Durante las elecciones pasadas las propuestas opositoras fueron nulas y en la antesala del torneo electoral venidero, luce que será igual, por eso el deseo de la división morada. Las afirmaciones de dirigentes opositores que proclamaban que la reunión del CC, sería la declaración oficial de la división del partido morado, al concluir la actividad quedo claro que nuevamente se les pelo el billete. Es evidente que el PLD salió fortalecido y es algo que perjudica a la oposición, mientras el oficialismo estuvo a la altura de las circunstancias, vemos al PRM publicando una nota de prensa “juramentando” dirigentes del PLD, sin tan siquiera publicar el nombre de alguno de los juramentados y mucho menos una foto.

Producto de su incapacidad política, el PRD hoy forma parte del bloque progresista y el PRM anda manga por hombro sin identidad ideológica, un ejemplo de esto es que uno de sus precandidatos un día apoya abiertamente a la comunidad LGTB y demás tendencias progresistas y al otro cambia sus visión progresista por vestigios de conservador al apoyar la lectura de la biblia en las escuelas y de esta forma abandonando a la diputada de su partido que criticó la ley que consagra la lectura bíblica. Todo porque la mayoría de la sociedad manifestó su apoyo a la medida en diferentes sondeos realizados por algunos medios de comunicación en las redes sociales, no tiene una agenda programática ni nada, cambian sus posturas inmediatamente son publicadas las encuestas con rigor científico o no, así mismo fue con su opinión respecto a la migración haitiana y la sentencia 168-13 del TC.

Por esta y demás razones están desconectados totalmente de la sociedad, obligados a colarse en movimientos ciudadanos que no los asumen como sus iguales y los señalan como parte del problema.

Solo hay que recordar que hace unos meses ese precandidato presidencial, se pronunció contra la ley de hidrocarburos, específicamente por el alto precio de los carburantes y anunció que sometería un proyecto para modificar la ley, ni siquiera ha explicado dónde está el fallo en el aspecto del sobrecosto que nos afecta a todos y tampoco reconoce el hecho de que esta ley fue promulgada en el gobierno de Hipólito Mejía con la mayoría congresual del PRD. Parece ser que su modificación murió como su centro de políticas públicas que inauguró hace 2 o 3 años.  

Lo que nos obliga a preguntar, ¿Cómo pueden catalogarse “cambio” sin propuestas ante ningún problema nacional y únicamente esperan la división del partido de gobierno?

¿Qué podemos esperar de un aspirante presidencial que hizo una fanfarria por traer al exalcalde de NY como asesor en materia de seguridad?; para decir tengo una propuesta y esta es la fecha que nadie sabe en qué consistía ni cómo iban enfrentar la inseguridad. No es solo prometer, es explicar y demostrar los datos factibilidad porque toda promesa utópica en política solo es jugar con la ilusión de los pueblos.

En días recientes vociferó ante la prensa que en su gobierno reduciría un 30% del costo de los alimentos, sin explicar como lo haría ni nada por el estilo, parecería ser que sus políticas públicas serán por arte de magia.

Mientras el PLD se ha fortalecido, la oposición sufre que no hubo sillazos ni que la sangre ocupara un lugar protagónico, como en otros partidos que podrán cambiarse mil veces de nombre y los protagonistas son los mismos.

Concluyo con la frase de Julio Anguita cito: “No hay democracia sin determinación.”

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