LA PAZ.— Bolivia recibió con tristeza el fallo de la Corte Internacional de Justicia que resolvió por 12 votos contra tres que Chile no tiene obligación de negociar una salida al mar para los bolivianos, mientras en las calles de Santiago había un clima de júbilo.
En La Haya, donde escuchó el fallo, el presidente boliviano Evo Morales advirtió el lunes que su país «nunca va a renunciar» a su demanda y sostuvo que «si bien no hay una obligación de negociar, hay una invocación a dialogar» para resolver el problema.
“No estamos felices con lo que ha decidido la corte”, declaró el vicepresidente boliviano Álvaro García con el rostro adusto a los periodistas que los esperaban en la casa de gobierno en La Paz, donde siguió la lectura junto a los ministros.
Mientras tanto, en el palacio presidencial en Santiago hubo aplausos.
El presidente Sebastián Piñera declaró que es “un gran día” para su país. “La Corte Internacional de Justicia ha hecho justicia y ha puesto las cosas en su lugar estableciendo en forma clara y categórica que Chile nunca ha tenido, tampoco tiene, ni nunca ha incumplido ninguna obligación” con Bolivia, sostuvo y culpó a Morales de “crear falsas expectativas”.
“Chile gana en La Haya” tituló la televisión nacional chilena tras finalizar la lectura de la sentencia. En Antofagasta, al norte de Santiago, la gente que se había dado cita para seguir la lectura en una pantalla gigante celebró en las calles.
En La Paz, plazas y edificios públicos amanecieron embanderados. Menos de un millar de personas que se habían reunido frente a la casa de gobierno para seguir el fallo en pantalla gigante no podían esconder su frustración.
Los músicos de una banda militar se retiraron en silencio y una vendedora callejera de banderas se quejó. “No hubo venta”, se lamentó.
La gente se había reunido desde temprano, bailado danzas folclóricas y realizado ofrendas a la Pachamama (Madre tierra).
Pero a medida que avanzaba la lectura se la sentencia las expresiones fueron cambiando y los gritos de “Mar para Bolivia” se fueron apagando. Los asistentes arriaron sus banderas y pancartas y se retiraron en silencio. Buena parte eran funcionarios públicos y dirigentes sindicales afines al gobierno. Similar panorama se vivió en otras ciudades.
“Esto es una injusticia para un país que perdió su mar, teníamos esperanza en la Corte”, dijo Segundina Orellana, dirigente de los cultivadores de coca en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país.
Bolivia perdió su salida al Pacífico en una guerra con Chile entre 1879 y 1883. Desde entonces ha exigido acceso al mar, pero Chile argumentó en la Corte Internacional de Justicia que su frontera con Bolivia fue establecida en un tratado de 1904 y que no está obligado a negociar.
En Santiago gritos de “Chi-chi-chi-le-le, viva Chile” se escucharon en el patio del Palacio de la Moneda cuando Piñera apareció en las escaleras acompañado de su esposa. Tras su declaración salió a la plaza y fue vitoreado.
El chileno José Miguel Insulza, exsecretario general de la OEA, dijo que el veredicto “fue inesperado, superó todas las expectativas”.
“Es un golpe duro, una sorpresa, pero hay que continuar. Ya hemos tenido derrotas”, comentó a su vez en La Paz el experto en relaciones internacionales Andrés Guzmán.
Por su parte, el excanciller de Bolivia, Gustavo Fernández, sostuvo que “la sentencia es que el problema (marítimo) existe y que no ha sido resuelto. Veremos si se dan condiciones en el plano político”.
Morales, en el poder desde 2006, es el primer presidente boliviano que llevó a Chile ante un tribunal internacional y había creado expectativas sobre todo en sectores que apoyan su reelección.
Un fallo favorable hubiera significado un importante espaldarazo a sus aspiraciones de buscar un cuarto mandato en 2019 a pesar del rechazo de varios sectores que reclaman el cumplimiento de un referendo que descartó esa posibilidad.
El propio vicepresidente anticipó el fin de semana que “nos falta mar para completar nuestra tarea” de gobierno.