Por el periodista Salvador Holguín
Diciendo «Lo que otros callan»
¡Como son las cosas de la vida!, El presidente Danilo Medina y su grupo danilista en su afán de imponer la reelección y querer aplastar al exgobernante Leonel Fernández impusieron la repostulación en el 2015 “a trocha y mocha”, y para lograrlo tuvieron que aceptar establecer el transitorio que reza: “En el caso de que el Presidente de la República correspondiente al periodo constitucional 2012-2016 sea candidato al mismo cargo para el periodo constitucional 2016-2020, no podrá presentarse para el siguiente periodo y a ningún otro periodo, ni a la vicepresidencia”.
Lo que el mandatario Danilo Medina y sus secuaces vieron como una solución al conflicto que generó la imposición reeleccionista en el 2015 que fue establecer el transitorio que le imposibilita a Dani seguir más allá del 2020, ahora eliminar este impedimento constitucional de la Carta Magna se ha convertido en un problema debido a que no cuenta con los votos necesarios para poder hacerlo, además de que fue ratificado por el Tribunal Constitucional y pasó a ser una debilidad para Danilo pero una fortaleza de Leonel.
Para el danilismo lograr quitar el candado que tiene la Constitución con su artículo transitorio le tocará prostituir más de medio país, comprando a Hipólito Mejía, Luis Abinader y a Quique Antún con lo que queda del Partido Reformista; aunque si Hipólito y Luis mantienen su palabra ante la nación y sus seguidores de que no hay forma de modificarla, entonces el hombre del “tiburón podrido” y de la traición peledeísta, no tendrá de otra que no sea darse por vencido en su segundo intento de cambiar el impedimento que tiene para seguir gobernando después del 2020.
Planteado ese escenario, el presidente Danilo Medina Sánchez y sus seguidores tendrían dos opciones para el 20; la primera sería tener que aceptar al leonelismo a pesar de traicionarlo en el 16 absteniéndose a los riesgos que pudiera representarle, llegando a un acuerdo que le permita la convivencia entre ellos y mantenerse en el poder con el formato compartido que ha sido su éxito electoral en los últimos procesos electivos, y la segunda consistiría en Danilo hacerle a Leonel lo mismo que le hicieron a él en el 2000 cuando perdió la candidatura presidencial de Hipólito Mejía, con la diferencia de que el presidente Balaguer le pasó factura por la ingratitud del 1996 y que Danilo como candidato no prendió, situación que no tiene Leonel Fernández porque es carismático.
Todo va a depender de las estrategias y firmeza de Leonel Fernández y cómo mueva las fichas del ajedrez político, o si logra hacerle al gobernante Danilo igual que como le hizo él en el 2011, que a pesar de la recolección de dos millones de firmas para que el León decidiera si modificaba la Constitución para reelegirse en el 12, Danilo Medina lo acorraló dejándole una sola puerta para salir del Palacio Presidencial y no permitiéndole ni un día más después del 16 de mayo en la Presidencia de la República.