Por el periodista Salvador Holguín
A diferencia del primer acto exitoso y multitudinario del millón de firmas para que el expresidente Leonel vuelva a la Presidencia, realizado el domingo 26 de agosto en el Centro Olímpico, el de este domingo en la Gran Arena del Cibao, Leonel y su equipo de asesores cometieron dos errores garrafales, uno organizativo y el otro discursivo, para un candidato presidencial de su linaje. El primer error del punto de vista de la organización fue que los que antecedieron en la palabra al “León Fernández” fueron muy extensos en sus expresiones, provocando que los presentes se cansaran, perdieran el entusiasmo y empezarán a irse de la actividad política.
El segundo error del Príncipe Leonel y los que le asesoran fue que centraron el discurso en hablar de obras que realizaría en caso de llegar de nuevo a la Presidencia de la República en el 2020, cuando en ese acto debió concentrarse en arengar las tropas que allí estaban presentes, debido a que con ellas es que realmente cuenta en esta etapa de su proyecto presidencial, ya que con las que antes contaba en el Partido de la Liberación Dominicana no las tiene a su favor y para volver a tenerlas de su lado primero debe lograr ser candidato del PLD o estar en el poder, porque ese ejercito morado es de quien esté arriba, no son fieles a ningún líder político de esa organización partidaria, eso lo confirma la decepción que se llevó Danilo en el 2007 de sus seguidores y Leonel en el 2015.
Si dudan de lo que estamos planteando en este escrito sólo tienen que hacer una medición de la actividad del domingo 26 de agosto en el Centro Olímpico y la de este domingo en la Gran Arena del Cibao, y se darán cuenta que la del millón de firmas impactó más a pesar de que era el primer ensayo y de menor cantidad de seguidores del proyecto “Leonel 2020”. Leonel Fernández se está pareciendo al precandidato presidencial Luis Abinader, que sin ser candidato a la Presidencia para el 20 anda pregonando cambio y haciendo promesas de campaña, cuando lo primero que debe lograr es que lo elijan como tal, conectar con la mayoría de las bases del PRM y asumir el liderazgo opositor, poniéndose al lado de la sociedad dominicana asumiendo y defendiendo sus reclamos.
Lo que más cautivó a los seguidores del posible candidato presidencial para el 2020 del PLD, Leonel Fernández Reyna, en la primera presentación del millón de firmas fueron expresiones como estas: “La Constitución debe ser protegida porque es lo que garantiza la democracia y la libertad, la Constitución es también el límite al ejercicio del poder político, en cualquier lugar del mundo la Constitución es la regla de juego del sistema democrático, y en todo lo que los seres humanos enfrentan siempre hay reglas de juego que tienen que respetarse”. En su discurso, el exgobernante Fernández fue más lejos, se apoyó en el estilo del profesor Juan Bosch, recurrió a la pedagogía política al usar un lenguaje más llano y de fácil comprensión por la ciudadanía, cuando citó la metáfora del “semáforo en rojo”, y dijo: “Cuando se transita en un vehículo y se llega a una esquina y el semáforo está en rojo, usted tiene que detenerse, si usted no se detiene está irrespetando las reglas de tránsito y lo más probable es que provoque caos, desorden, accidentes o anarquía”, proclamó “El León” en clara advertencia a sus adversarios políticos internos.
El León Fernández siguió rugiendo e incitando a los leales de su proyecto Leonel 2020 en el Centro Olímpico, con su millón de firmas y contando, al expresar lo siguiente: “Con más de un millón de firmas, no hay marcha atrás. En noviembre seremos 1.5 millones y en marzo más de 2 millones, y por eso les digo que no hay marcha atrás. Desde hoy inicio un recorrido por los 158 municipios del país; visitaremos ciudades y campos; lomas y valles; hogares humildes de República Dominicana, escuchando y aprendiendo del pueblo, en una jornada indetenible para subir una vez más las escalinatas del Palacio Nacional. No hay marcha atrás. Bajo cualquier circunstancia, ¡E’ pal’ 20 que vamos!”. Con esta alocución el presidente del PLD, Leonel Fernández, estremeció al país y puso a temblar el Palacio Presidencial, tanto así que activaron de nuevo el expediente de los Super Túcanos con la intención de detenerlo. Con esa arenga incandescente demostró que estaba vivo y que fue un error de Danilo no enterrarlo en el 2015-2016, posición que ha de mantener hasta lograr su objetivo final, de lo contrario ahí mismo terminó su carrera política.