Artículo de Jesús M. Guerrero- ¿Cuál es el primer requisito de una candidatura exitosa?

J M Guerrero
J M Guerrero

Inicio con la frase de Antonio Machado, cito: “En política solo triunfa quien pone la vela hacia donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire hacia donde pone la vela.”

Entiendo prudente citar este fragmento del artículo titulado ‘Aquí, el candidato perfecto’ de Virginia Hernández, publicado en el periódico español El Mundo, cito: “Pero el ‘Waka-waka’ está lejos y las pasiones que levantan las corbatas y los trajes grises no tienen mucho que ver con las de los estadios de fútbol. ¿Qué cualidades debe tener un político para considerarse un candidato excelente? Según el profesor de Comunicación de la Universidad de Vigo, José Rúas, autor del libro ‘Manual del candidato electoral’ (Catarata), las características esenciales son personales y profesionales, y luego de experiencia, que evidentemente afecta a las anteriores.”

Sin embargo, tomo el atrevimiento de agregar una más, que tan conocido es el candidato en su demarcación electoral. ¿Qué trabajo político y comunitario ha hecho en beneficio de sus conciudadanos? Simplemente un aspirante a un cargo electivo que no se ha dado a conocer a lo externo de su organización política no tiene posibilidades de victoria, en una sociedad en la cual, con el pasar del tiempo los electores se han distanciado de los partidos para ser apartidistas aunque ejerzan el deber ciudadano del sufragio.

Aquí entra la importancia del punto de vista que ha compartido el Secretario de la Juventud del PLD, Franklin Rodríguez, cito: “Todo joven antes de ser un ente político, debe ser un servidor social.” Por la sencilla razón de que es la principal prueba de disposición de servicio en beneficio de su comunidad. Porque al final de toda concepción filosófica respecto a la política, no es más que la ciencia social que busca las conseguir las transformaciones sociales positivas de todo país. Cito otra parte del escrito del diario español anteriormente mencionado: “Y lo que les puede acercar a sus potenciales votantes, según Rúas, son lo que denomina las tres haches: Humildad, honradez y sentido del humor. La vanidad y la arrogancia acaban consumiendo a los políticos con el tiempo, y con la honradez pasa como con la mujer del César, no sólo deben ser honrados sino también parecerlo. Y el sentido del humor es vital: en EE.UU. tienen contadores de historias y de chistes, guionistas de series cómicas en nómina, para algo tan sencillo como meter notas de humor en los mítines cada cuatro o cinco párrafos. El humor es la forma más directa y eficaz de comunicación. Y, según su opinión, un elemento poderoso. Yo a mis alumnos les digo que la mejor arma contra el nazismo fue ‘El gran dictador’, de Charles Chaplin.”

La importancia de que los ciudadanos conozcan a los candidatos antes oficializar cualquier proyecto electoral, es determinante para las posibilidades de triunfo de dichas aspiraciones. Podemos ver lo planteado por el polémico consultor político, Roger Stone, quien establece en una de sus intervenciones en el documental “Get me Roger Stone”; que una de las fortalezas del actual presidente norteamericano con miras a su postulación presidencial en el 2016, es que era parte de la cultura pop estadounidense, haciendo referencia que de cada 10 norteamericanos 7 conocen a Donald Trump.

Aunque Trump, no puede ser considerado como “ente social” ni mucho menos un dirigente comunitario, solo demuestra la importancia de que todo aquel con aspiraciones políticas debe darse a conocer. En nuestra media isla, ante tantas vicisitudes, los dirigentes comunitarios se han ganado su espacio dentro de sus respectivas provincias, municipios y circunscripciones; porque tienen un contacto directo con los votantes y tienden a constituirse como canales de soluciones para las problemáticas que afectan a cada sector.

Podemos ver el caso de Álvaro Uribe en Colombia, cito parte del análisis publicado por María Angélica Hernández Guzmán: “El ahora senador Uribe Vélez, antes de comenzar la campaña de 2002, fue un líder regional que difería de ser reconocido como candidato presidencial. Ricardo Galán en la entrevista para la investigación sobre estrategias de marketing político de Álvaro Uribe, lo describió como: Un candidato desconocido en Colombia, con algún reconocimiento en Medellín y Antioquia, en el Eje Cafetero y algún sector de Sucre, pero desconocido en el resto del país. Dice que el candidato en ese entonces no tenía reconocimiento nacional, y que un año y medio antes de las elecciones, él ocupaba el tercer lugar en las encuestas y adicionalmente menos del 50% de colombianos sabían quién era Álvaro Uribe.”

Para comprender la fuerza política de Uribe en Colombia hay que saber que su discurso antes y después de escalar los resortes del poder colombiano, se basó en enfrentar los flagelos que azotaban a Colombia, especialmente a las FARC que, aunque Juan Manuel Santos obtuvo la paz. Una gran mayoría entiende que el debilitamiento sistemático al que sometió Uribe a la guerrilla y primero como extraditó a los líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fue por lo que aun hoy es el líder de una parte del electorado colombiano con su partido Centro Democrático, pero todo eso fue posible producto de que al iniciar su camino político utilizó políticas comunicacionales y marketing político para posicionar su nombre entre el electorado, es decir darse a conocer, sin haber construido su imagen ante los colombianos, no hubiese podido constituir su liderazgo político.

Las posibilidades de éxito de un candidato desconocido son remotas, transcribo una parte del artículo ‘Un candidato gana notoriedad cuando asocia su nombre con un tema’, de Daniel Eskibel, cito: “¿Votarías como Alcalde al hombre invisible? Supongo que no… ¿Por qué?; Porque no ves su cara, sus ojos, sus expresiones, sus gestos. Porque no ves sus movimientos, sus acciones. Porque no sabes quién es ni cuáles son sus antecedentes ni sus logros en la vida. Porque al no conocerlo no sabes si es apto para el cargo, si podrá ejercerlo, si va a resolver o no algunos de los problemas que te preocupan y porque, además, tu cerebro está ocupado por los candidatos visibles y no hay lugar para nadie más. Menos para un desconocido total.”

Gran parte de los candidatos a cargos electivos en lo legislativo y municipal, que tratan de introducirse al terreno político entienden que el dinero podrá colocarlos en las preferencias, aplicar el clientelismo electoral, podrán comprar a varios dirigentes pero eso no significa que su nombre se dará a conocer y también dependerá de la idiosincrasia de la comunidad. Podemos ver el caso de la diputada Yuderka de la Rosa en la circunscripción 3 del Distrito Nacional, que ha sido diputada por 5 periodos y ha sido producto de su trabajo comunitario y hay nombres sonoros con gran poder adquisitivo que luego de su primer cuatreño ocupando una curul de dicha demarcación, no han podido repetir porque únicamente pueden recurrir al dinero y no demostrar una hoja de servicio ni legislativa y mucho menos de servicio social.

Concluyo con la frase del consultor político, Daniel Eskibel, cito: “La notoriedad es condición necesaria para un candidato, no suficiente pero sí imprescindible. Quien la tiene, avanza. Quien no la tiene, debe construirla.”

Por; Jesús M. Guerrero

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