Un pequeño estudio sugiere que incluso las medicinas que vencieron años atrás y que, incluso, no se mantuvieron en condiciones estrictas de clima controlado pueden, aun, conservar sus efectos originales.
Esa es una buena noticia para las personas que trabajan en áreas remotas del mundo donde a veces un medicamento vencido es el único disponible y la alternativa es no tener una manera de tratar una enfermedad grave, escriben los autores del estudio en la revista Wilderness and Environmental Medicine.
«La fecha de caducidad de un paquete de medicamentos es la última fecha en que una compañía farmacéutica garantizará el contenido y la estabilidad del medicamento cuando se almacene en las condiciones recomendadas y en el embalaje original», dijo la autora principal del estudio, la Dra. Emma Browne, de la Unidad Médica de British Antarctic Survey, en Plymouth, Reino Unido.
«Esta fecha no es necesariamente el punto en el que el medicamento se vuelve ineficaz o peligroso, y para muchos medicamentos, esta ventana puede ser mucho más larga que la fecha de vencimiento habitual de dos a tres años», dijo la experta.
En algunas partes del mundo, los médicos enfrentan la dificultad de obtener medicamentos más de una vez al año. También puede ser costoso para las comunidades pequeñas o los grupos de expedición reemplazar las drogas no utilizadas «por si acaso», agregó.
«El médico debe decidir si es más seguro administrar un medicamento vencido o no tratar una afección y esperar que la persona mejore, lo que es un gran dilema ético», dijo. «A medida que avanzamos los límites de la exploración, por ejemplo con misiones a Marte, la estabilidad a largo plazo de los medicamentos se vuelve aún más importante».
El equipo del estudio probó la estabilidad de cinco medicamentos vencidos que habían sido devueltos por el British Antarctic Survey, que opera cinco bases y dos barcos en la región antártica y tiene instalaciones médicas y dentales en el lugar. Los medicamentos para la operación antártica se ordenan anualmente en mayo y se envían desde el Reino Unido en septiembre, llegando a las bases en diciembre después de pasar varios meses en el mar, señalan los investigadores.
Las nuevas drogas enviadas a la Antártida se transportan en la bodega del barco, que no tiene temperatura controlada, y el barco pasa a través de los trópicos durante aproximadamente tres semanas, luego los medicamentos se transportan a la base a temperaturas muy por debajo del punto de congelación. Los medicamentos probados por el equipo de Browne hicieron este viaje por segunda vez, cuando fueron devueltos porque había expirado su fecha de vencimiento, agregaron los autores.
Probaron cinco tipos de medicamentos, todos de uno a cuatro años después de la expiración, y los compararon con muestras frescas de los mismos medicamentos para ver si las versiones caducadas eran químicamente estables y conservaban su ingrediente activo.
Los medicamentos incluían atropina, que se usa para tratar ciertos tipos de pesticidas o intoxicaciones por agentes nerviosos; nifedipina, un bloqueador de los canales de calcio que relaja el corazón y los vasos sanguíneos en casos de presión arterial alta y dolor en el pecho; flucloxacilina, un antibiótico en la familia de las penicilinas; bendroflumethiazide, un diurético usado para tratar la hipertensión; y el naproxeno, un analgésico antiinflamatorio no esteroideo (AINE).
** Los investigadores descubrieron que todos los medicamentos probados eran estables y que, teóricamente, aún serían efectivos. **
Advierten que sus resultados están limitados por el hecho de que no sabían las temperaturas exactas que los medicamentos devueltos habían experimentado.
«Incluso en las instalaciones occidentales, la verdadera longevidad de la medicación es una pregunta relevante», dijo Browne. «Hay enormes cantidades de medicamentos que se tiran debido a que llegan a su fecha de vencimiento, y este es un costo que se transfiere al público a través de impuestos, seguros u otras facturas médicas».