El administrador general del Banco de Reservas, Simón Lizardo Mézquita, definió el 2018 como un año extraordinario para la economía y el sector financiero nacional, en particular para el Banco de Reservas, que alcanzó las mayores utilidades en sus 77 años de historia.
Sostuvo que con una expansión de un 7% del Producto Interno Bruto (PIB), la República Dominicana se convirtió en el país líder en crecimiento económico en 2018, un hito logrado en cuatro de los últimos cinco años.
“Ese logro es suficiente para posicionar al país como la sexta economía de la región en términos per cápita”, afirmó al hablar en el Tercer Desayuno Empresarial Banreservas, donde el economista Raúl Feliz impartió la conferencia “Perspectivas de la economía global 2019-2020: ¿crecimiento o desaceleración?”.
Dijo que si el 2018 fue un año extraordinario para la economía dominicana, también lo fue para Banreservas, al indicar que los activos de esa entidad representan el 33% de la banca múltiple, además de que lidera el mercado en pasivos, cartera de crédito y depósitos.
Lizardo Mézquita explicó que el desempeño alcanzado por República Dominicana permitió lograr uno de los episodios de crecimiento económico más prolongados de toda nuestra historia.
“En concreto, hemos logrado un crecimiento promedio superior a 5% durante quince años consecutivos, una secuencia no vista en más de cuatro décadas”, añadió.
Dijo que esa expansión no sólo ha sido sostenida, sino también inclusiva, y está asociada a la reducción en los niveles de pobreza y desempleo de la última década, ambos consistentes con el incremento observado de la clase media.
Explicó que aunque en 2018, la actividad agregada aumentó por encima de su tendencia, los precios internos no se vieron presionados. De hecho, -precisó- la inflación alcanzó uno de los menores niveles en décadas.
“En adición a estos resultados positivos, el déficit del sector público se redujo, sobre la base de una gestión fiscal responsable y un extraordinario desempeño de nuestras instituciones recaudadoras, especialmente la DGII”.
Indicó que similarmente, el déficit de las cuentas externas permaneció por debajo del promedio histórico, y estuvo cubierto con holgura por los flujos de inversión extranjera.
