Yahoo.- Los controles antidopaje son una rutina muy frecuente para los distintos deportistas que compiten en la élite. Es habitual que de forma cíclica, ya sea en épocas de entrenamiento o tras la disputa de la competición deportiva, tengan que pasar determinados controles para dictaminar si se hace uso o no de sustancias dopantes.
Un caso llamativo ha salido a la luz en las últimas horas, el del jugador estadounidense de baloncesto D.J. Cooper. El propio baloncestista anunció en 2018 que abandonaba su actividad deportiva debido a motivos personales, pero el portal croata Index ha desvelado el motivo real que le llevó a apartarse de las canchas.
Según este medio, el jugador se sometió el pasado año a un control antidopaje que le acarreó una suspensión de dos años de inhabilitación que expirará en el año 2020. Al parecer, el análisis de orina reveló la presencia de gHC, una hormona que produce la placenta, algo que indica que la orina es de una persona embarazada.
Posteriormente, Cooper admitió que la orina utilizada era de una amiga, que según su versión, no sabía que estaba embarazada. Algunas versiones apuntan que se trata de su pareja, con lo cual sería una doble sorpresa al conocer que esperaban un hijo, siempre y cuando la versión del jugador sea cierta.
D.J. Cooper militó en la Universidad de Ohio hasta 2013, y posteriormente, tras no haber conseguido dar el salto a la NBA, decidió hacer maletas camino de Europa. Ha militado en conjuntos importantes de Grecia como el Panathinaikos o el AEK de Atenas para posteriormente enrolarse en el AS Mónaco, club en el que jugaba cuando sucedieron los hechos.
