KINSHASA (EFE).- Autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo (RDC) confirmaron hoy que planean usar un segundo tipo de vacuna, fabricada por el laboratorio Johnson & Johnson, para tratar de contener el brote de ébola que continúa sin control en el noreste del país y suma ya 2.111 muertos.
Este tratamiento experimental se sumaría al otro que ya se emplea desde prácticamente el comienzo del brote hace más de un año, la vacuna rVSV-ZEBOV de la farmacéutica Merck.
“La segunda vacuna, Johnson & Johnson, no presenta ningún peligro para la población. Es una vacuna que otros países utilizan ya, ¿por qué no podemos usarla nosotros en RDC para proteger a la población contra el ébola?”, transmitió hoy en su cuenta de Twitter el comité congoleño de respuesta contra el brote, citando declaraciones de su director, el doctor Jean-Jacques Muyembe.
“Ya ha sido utilizada en Uganda y es el segundo año que se continúa vacunando a la población con esta vacuna en Guinea. Actualmente, Ruanda está lista para utilizar esta vacuna para proteger a su población que viene a comerciar (a la RDC)”, detalló la misma fuente.
Anteriormente, la RDC había sido reacia a introducir otros tratamientos experimentales debido -según alegaban los anteriores gestores de la crisis- al peligro de asustar con un tratamiento no probado a una población ya de por sí muy desconfiada y a la satisfacción con los resultados de la rVSV-ZEBOV.
Pero, en julio pasado, la lucha contra el ébola pasó de las manos del Ministerio de Sanidad -encabezado entonces por Oly Lunga, quien poco después dimitió y actualmente se encuentra bajo investigación, precisamente, por la gestión de los fondos de la respuesta contra la epidemia- a las de un comité multisectorial dependiente de la presidencia.
Ese nuevo organismo, dirigido por Muyembe -uno de los investigadores que descubrieron el virus del Ébola en Zaire (la actual RDC) en 1976-, es el responsable del cambio de postura ahora respecto a la opción de aplicar otros tratamientos.
En total, según las autoridades sanitarias, unas 225.00 personas han recibido vacunas rVSV-ZEBOV hasta la fecha.
El brote, sin embargo, continúa descontrolado y suma 3.157 casos y 2.111 muertos, según datos oficiales actualizados hasta el 20 de septiembre.
Se declaró el 1 de agosto de 2018 y es ya el peor de la historia de la RDC y el segundo peor del mundo, solo superado por el que azotó el oeste de África en 2014.
El presente brote está concentrado en las provincias nororientales de Kivu del Norte e Ituri, pero también se registraron casos en la vecina provincia de Kivu del Sur.
La respuesta médica es muy complicada por la desconfianza de la población y la difícil situación de seguridad en la zona, donde operan docenas de grupos armados.
El virus del Ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no es tratado a tiempo.
El Congo necesita, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 287 millones de dólares para combatir el ébola hasta diciembre.
De ellos, hasta el 27 de agosto pasado, la OMS había recibido solo 45,3 millones de dólares.
La partida presupuestaria que destina el Gobierno del país de sus propias arcas es desconocida. EFE