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Meses atrás hablamos sobre algunos alimentos que pueden hacernos felices, y entre las bebidas de una dieta que eleve nuestros niveles de serotonina destacamos el té verde. Pero resulta que el té en general es muy beneficioso para la salud humana, y en especial para mantener la conexión entre las diferentes regiones de nuestro cerebro, según una investigación publicada recientemente.
Ahora bien, tenemos que el consumo de té es altamente recomendado por los especialistas por tratarse de una alternativa natural. Sin embargo, hay un problema en torno a esto y es que el incremento de su consumo y su producción puede echar más leña al problema de la contaminación plástica.
Con todos los informes sobre contaminación que han surgido este año, no es de extrañar que muchas personas estén intentando reducir el uso de plástico en la medida en que les sea posible para contribuir con la salvación de las especies afectadas. Pero algunos fabricantes de té no parecen ir a tono con estas medidas, y ahora han empezado a reemplazar las bolsas de té de papel tradicionales por bolsas de plástico.
El gran problema de ello no reside solo en un aumento de desperdicios de este material, sino que lo que debería funcionar como un complemento sano en nuestro dieta podría venir con partículas de plástico que ingerimos junto con el té. Y como mencionamos en un artículo previo al hablar de las micropartículas plásticas que hay en el agua que bebemos, los efectos del ingreso de estas al organismo son prácticamente desconocidos, pero seguro que no son buenos.