Dos de los europeos con mayor talento actualmente en la NBA comparten un mismo concepto de básquetbol alegre, eficaz y desacomplejado: Luka Doncic y Kristaps Porzingis encarnan el radiante presente de unos Dallas Mavericks huérfanos del legendario alero Dirk Nowitizki, ya retirado.
“No veo mejor arma de doble filo en los próximos diez años”, opina el ex All-Star Charles Barkley, hoy analista del canal TNT, respecto al potencial del tándem en la liga norteamericana, que encara la presente temporada cargada de dúos superestrella.
Si bien LeBron James/Anthony Davis en los Lakers, Kawhi Leonard/Paul George en los Clippers o James Harden/Russell Westbrook en los Rockets alimentan legítimamente las ambiciones de título de sus equipos con jugadores complementarios, todavía parece prematuro alojar en la misma categoría la dupla de los Mavs, pese a su excelente arranque de campaña.
Tras cuatro juegos y antes de desafiar a los Lakers el viernes por la noche, Dallas contabiliza tres victorias gracias al promedio de 25 y 22.3 puntos del armador Doncic y el pivot Porzingis, respectivamente. Pero, más allá de los números, la química entre el esloveno y el letón funciona tan bien que parece casi natural.
“Ambos pueden crear problemas para el rival por sí mismos, pero cuando se combinan, crean problemas mucho más grandes”, anticipó su entrenador Rick Carlisle a pocas horas del comienzo de curso.







