MOSCÚ.- Rusia denunció hoy el comportamiento “destructivo” de la OTAN en Ucrania, al aumentar las tensiones en lugar de tratar de reconciliar posturas entre Moscú y Kiev, al tiempo que consideró el apoyo militar de la Alianza Atlántica al país vecino de “desestabilizador y provocador”.
“La Alianza sigue comportándose destructivamente, en vez de tratar de reconciliar a las partes, las enfrenta entre sí”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en un comunicado en respuesta a la visita de dos días que hizo del 30 al 31 de octubre a Ucrania el Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de decisión de la OTAN, y el secretario general, Jens Stoltenberg.
“Sus pasos, incluidas las promesas a los ucranianos de que “la OTAN siempre estará de su lado”, no hacen sino exacerbar la tirantez. Es evidente que el apoyo militar de la OTAN a Kiev produce un efecto desestabilizador y provocador”, recalcó Moscú.
En opinión de la diplomacia rusa, los aliados pronunciaron “toda una serie de reclamos y acusaciones infundadas” contra Moscú, al presentar “el conflicto en Ucrania como un conflicto con Rusia”.
Desde hace cinco años el Ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos, apoyados por Rusia, según Kiev y la OTAN, se enfrentan en el este del país en un conflicto que se ha cobrado las vidas de 13,000 ucranianos, según la ONU, y provocado el desplazamiento de más de un millón de personas dentro del país.
En opinión de Rusia, la OTAN “menosprecia” los esfuerzos del Grupo de Contacto Trilateral para el Donbás (Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), que “juega un papel importante a la hora de definir las vías para el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk a través del diálogo con las autoridades de Donetsk y Lugansk”, las autoproclamadas repúblicas separatistas.
Moscú considera que la visita de los 29 embajadores de los países aliados y de Stoltenberg a Ucrania esta semana “busca estimular las aspiraciones euroatlánticas de Kiev”, que solicitó su ingreso en la Alianza en la cumbre de Bucarest en 2008.
“Pero la Alianza es incapaz de resolver los problemas actuales de Ucrania, incluyendo la reconciliación nacional, la lucha contra la corrupción, la estabilización en el este”, sostiene el ministerio ruso.
“Tomando en consideración la experiencia histórica de ampliación de la alianza y sus “intervenciones humanitarias”, los llamamientos a Kiev a ingresar en la OTAN provocan la escisión en el país, ahondan las nuevas líneas divisorias en Europa y generan mayores contradicciones interétnicas y de otra índole”, añade.
Moscú respondió además a la declaración de los aliados de que no se podrá normalizar las relaciones con Rusia hasta que no cambie de postura, al afirmar que efectivamente será imposible mantener lazos cordiales con la organización.
“Por supuesto, esto será imposible mientras la OTAN se guíe en su política y estrategia militar no por los intereses de la seguridad europea, sino por la lógica de la Guerra Fría”, esgrimiendo “la inexistente ‘amenaza proveniente del Este’”, insistió la diplomacia rusa.