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Arqueólogos mexicanos confirmaron la existencia de un nuevo palacio en la zona de Kulubá, en la península de Yucatán, al sureste del país, que creen estuvo ocupado entre el siglo VI y el siglo XI.
Según explicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia en un comunicado esta semana, se supo que se trataba de este tipo de construcción cuando se liberó y reconoció el basamento, las escalinatas, y una crujía con pilastras en la parte superior, que habría sido usada por la élite del lugar.
El palacio tiene 55 metros de largo por 15 de ancho y 6 de altura. Según materiales encontrados, los arqueólogos estiman que tuvo dos fases de ocupación: una en el periodo Clásico Tardío (600–900 d. C.) y otra en el Clásico Terminal (850–1050 d. C.).
La zona arqueológica de Kulubá está a unos 130 kilómetros al este de Chichén Itzá, la gran ciudad maya de la región que aparentemente extendió su influencia sobre ese enclave, donde se encontró el mismo tipo de cerámica y obsidiana.







