El Movimiento Patriotas Indignados rechaza totalmente que, profanando nuestro Altar de la Patria, se quiera capitalizar políticamente la protesta pacífica que, hasta ahora, ha sido liderada por los jóvenes y distintos sectores sociales, para exigir que se respeten derechos colectivos.
En este sentido, condenamos que tanto Luís Abinader como Leonel Fernández, a pesar de ser ciudadanos con un derecho legítimo de protestar, lo hagan a modo de proselitismo utilizando como base una causa social que jamás debe ser distorsionada. Y menos, haciendo uso de nuestros lugares emblemáticos del patriotismo.
El hecho de que, debido a las críticas y la presión social que ejercieron los jóvenes con convicción de civismo, ambos candidatos decidieran no utilizar la Plaza de la Bandera para sus fines poco altruistas, no les da el derecho a deshonrar la sagrada última morada de nuestros próceres de la patria.
Patriotas Indignados entiende que las manifestaciones pacíficas son un derecho y una obligación cívica de todo ciudadano, que no debe mancharse con la presencia de políticos cuyo único fin es abanderarse de una causa que no es partidista, para ganar simpatías y obtener votos.
Los grandes cambios sociales que se han producido desde la conciencia colectiva, una vez se mezclan con la política partidaria dejan de ser una causa justa y noble en favor del pueblo que la genera. Todo lo contrario, si la política las permea, las vuelve insulsas y mezquinas.
Sobre el entendido anterior, Patriotas Indignados no apoya esta protesta “supuestamente” por la democracia, ya que la misma carece de esencia cívica y patriótica. Tenemos que propugnar un avance social que obligue a cambiar, de una vez y por todas, la manera de hacer política.
