BBC MUNDO
Mientras el mundo entero intenta desesperadamente hacerle frente a la pandemia del coronavirus, el presidente de Brasil está intentando restarle importancia lo mejor que puede.
En gran parte, a Jair Bolsonaro le ha resultado difícil tomarse el virus en serio. Se opuso a los consejos de su propio ministro de Salud, a principios de marzo y, mientras esperaba los resultados de una segunda prueba de coronavirus, abandonó el aislamiento para unirse a mítines políticos contra el Congreso.
Se dio la mano con seguidores en Brasilia y envió un mensaje a millones de personas de que esta situación no era algo de qué preocuparse.
En una manifestación la semana pasada, repitió la ya trajinada frase “Es apenas una pequeña gripe o resfriado”, mientras acusaba una vez más a los medios de sembrar la histeria y el pánico en torno al covid-19.
Unos días después, demostró con claridad que da prioridad a la economía por encima de las medidas de aislamiento adoptadas por el resto del mundo.
“Va a morir gente, lo siento, pero no podemos parar una fábrica de autos porque hay accidentes de tránsito”, expresó.