Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Aún con la advertencia del gobernador de este estado, Andrew Cuomo, por la crisis del COVID-19, de que cuanto más rápido abramos, más bajo será el “costo económico”, pero más alto el “costo humano”, porque se perderán más vidas, la comunidad dominicana en el Alto Manhattan ha comenzado a romper paulatinamente la cuarenta, establecida hasta el 15 del presente mes.
Los negocios esenciales han permanecido abiertos por orden ejecutiva, entre ellos farmacias, bancos, restaurantes, el correo, estaciones de gasolina y licor store, entre otros, en los que se pueden observar largas filas de quisqueyanos, manteniendo el distanciamiento. Los autobuses del transporte público circulan prácticamente vacíos.
Algunos negocios no esenciales, como tiendas, imprentas, agencias de teléfonos, entre otros, han abierto sus puertas, pero la mayoría de los establecimientos permanecen cerrados.
Asimismo, varios vendedores ambulantes comenzaron a estacionarse en las aceras de las avenidas Saint Nicholas, Audubon, Broadway, Dyckman, Nagle, y las calles 181 y 207.
El pasado fin de semana, 14 parques se abrieron en toda la ciudad, tres de ellos en el Alto Manhattan. Asistieron decenas de quisqueyanos, observados por agentes policiales para hacer cumplir el distanciamiento social.
Tres personas fueron arrestadas en los cinco condados, 51 multas fueron impuestas, 43 de ellas en parques, $1,000 dólares puede ser la suma por violar el distanciamiento social. 60 arrestos y 343 multas se han realizado desde el pasado16 de marzo.
El alcalde Bill de Blasio ha expresado que el virus «sigue vivo» y los neoyorquinos no deben declarar la victoria demasiado rápido.
Actualmente el COVID-19 ha causado 171,723 contagios y 19,107 muertes en la Gran Manzana, desde el primero de marzo cuando se informó del primer contagiado, un estudiante de la universidad de Yeshiva, ubicada en la avenida Ámsterdam, entre las calles 182 y 185.