Presume de ser el país más próspero del planeta, pero millones de sus habitantes pasan hambre.
Una realidad que se ha visto agravada por la expansión del coronavirus y que estos días se refleja en las interminables filas de autos que se forman en puntos de entrega de comida, según publicó BBC Mundo.
La crisis sanitaria que vive Estados Unidos, actual epicentro de la pandemia de covid-19, arroja inquietantes cifras: más de un millón de contagios confirmados, más de 60.000 muertes y más de 30 millones de nuevos desempleados.
En este contexto, los bancos de alimentos del país redoblan esfuerzos para llegar al mayor número de personas, con el desafío adicional de hacerlo manteniendo la distancia.
Ciudades como Chicago, Pittsburgh, San Antonio o Miami, entre otras, empiezan a acostumbrarse a ver larguísimas colas de autos cuyos conductores esperan su turno para recibir cajas de productos básicos.