Bolivia cumple este lunes tres meses de la declaración de cuarentena rígida, que se mantiene en buena parte de país, con una curva ascendente de casos de COVID-19, con 773 fallecidos y 24.388 contagios confirmados.
La cuarentena estricta comenzó el pasado 22 de marzo y tuvo distintas fases, la última desde el 1 de junio, en la que municipios y regiones pueden flexibilizarla, pero muchos decidieron mantenerla o retomaron las restricciones después de haberlas levantado parcialmente, ante el incremento de casos.
La curva de positivos en coronavirus marca una notable tendencia ascendente desde hace días, con un récord diario de 1.036 casos confirmados el pasado sábado.
Las regiones a menor altura, en los valles y la Amazonía, son las que acumulan más contagios, mientras que en las andinas, con ciudades hasta unos 4.000 metros de altura, la enfermedad presenta comparativamente menor incidencia.
Santa Cruz es la región más castigada, más de la mitad de los positivos, casi 14.500, y 327 decesos, seguida de la amazónica Beni, con 3.613 y 184, respectivamente, en este último caso pese a su escasa población, con menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado.
Ambas regiones reportaron casos de enfermos rechazados en varios centros de salud sin espacio y de familiares peregrinando por cementerios para poder enterrar a sus fallecidos, incluso en fosas escavadas de urgencia, además de algunos casos de posibles contagiados en distintas partes del país que perecieron en la calle cuando eran llevados a algún hospital o en sus casas sin recibir asistencia sanitaria.
LA CUARENTENA SIGUE Y VUELVEN LAS RESTRICCIONES
Las autoridades iniciaron este pasado fin de semana un rastrillaje casa por casa en Santa Cruz, con ayuda de policías y militares, para detectar posibles contagios en la región, que mantiene cuarentena rígida.
La Paz, sede del Gobierno y el Parlamento, vuelve desde este martes a restricciones como las salidas de casa en días alternos en función del número par o impar en que termine el carné de identidad, tras haberlas levantado parcialmente, al igual que otras ciudades del país que flexibilizaron la cuarentena y ahora están retomando ese tipo de medidas.
El Gobierno interino autorizó que se pudiera flexibilizar la cuarentena en un intento de reactivar la economía, en un país con muchos trabajos informales que dependen del día a día en la calle, pero la última estimación dada a conocer por el Ministerio de Salud apunta a que a comienzos de septiembre se puede llegar a unos 130.000 casos en el país, de cerca de 11 millones de habitantes.
El expresidente boliviano Evo Morales criticó en Twitter que «el Gobierno de facto dirige a ciegas la pandemia. Cambiaron a tres ministros de salud y abandonaron a las gobernaciones y alcaldías. Ahora se contradicen a cada paso», en referencia a que cambia cada poco esa estimación elevando o rebajando los datos.
El Gobierno interino de Jeanine Áñez defiende que su prioridad es combatir la pandemia con mejoras en el sistema de salud, del que denuncia que heredó con muchas carencias tres la etapa en el poder de Morales.
