La Corte Suprema de Estados Unidos ratificó este jueves la potestad del gobierno de Donald Trump de deportar a inmigrantes indocumentados por la vía rápida, incluidos solicitantes de asilo pendientes de revisión judicial cuyos casos hayan sido rechazados en primera instancia por falta de méritos.
La decisión supone una victoria para Trump en un caso relacionado con una de sus principales políticas, publicó BBC Mundo.
Los jueces fallaron por 7-2 a favor del gobierno en su apelación a la decisión de un tribunal inferior que determinó que Vijayakumar Thuraissigiam, un agricultor de Sri Lanka detenido cerca de la frontera de EE.UU. con México, tenía derecho a la revisión judicial de su solicitud de asilo denegada por las autoridades.
La resolución, escrita por el juez conservador Samuel Alito, dictaminó que la limitación del escrutinio judicial de este caso de deportación rápida, conocida como expulsión expedita o acelerada, no violó protecciones clave de la libertad individual recogidas en la Constitución de EE.UU.
Alito escribió que se reconoce desde hace tiempo que las personas a las que todavía no se les ha otorgado una entrada legal a EE.UU. no gozan del espectro completo de derechos constitucionales y que el Congreso tiene autoridad para determinar qué derechos poseen.
«Si bien los extranjeros con conexiones establecidas en este país tienen derecho al debido proceso en los procedimientos de deportación, la Corte estableció hace tiempo que el Congreso tiene la autoridad para establecer las condiciones para la entrada legal de un extranjero a este país», expuso Alito en su ponencia.
Dos de los cuatro jueces progresistas, Stepehen Breyer y Ruth Bader Ginsburg, se alinearon con los cincos jueces conservadores en el voto, pero no se acogieron al razonamiento de Alito.