Antes de que la pandemia de COVID-19 causara el despido de unos 41 millones de personas, las que podían tener seguro médico por su empleo, había ya más de 18,2 millones que carecían de un seguro o si lo tenían era de poca cobertura, según un estudio publicado este miércoles en Journal of General Internal Medicine.
«Aunque la mayoría de quienes encaran altos riesgos médicos y financieros son blancos, las minorías raciales están representadas desproporcionadamente», sostuvo el estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad Harvard, y el Colegio Hunter de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Hasta hoy se han confirmado casi 2 millones de casos de COVID-19 en Estados Unidos, donde han muerto más de 112.000 personas por esa enfermedad contagiosa.
Desde fines de abril legisladores demócratas y dirigentes de diversas comunidades han señalado que la pandemia de COVID-19 ha dejado en evidencia el «racismo estructural» por el cual las minorías de color sufren un impacto desproporcionado de la enfermedad y demandan que el Gobierno atienda esas desigualdades.
«Los investigadores encontraron que los afroamericanos, nativos norteamericanos, individuos de toda raza y grupo étnico con bajos ingresos, y quienes residen en áreas rurales o en estados que no han expandido Medicaid, tienen doble desventaja: más propensos a alto riesgo de COVID-19 grave, y falta de cobertura médica adecuada», indicó el informe.
«La pandemia está dejando al desnudo la desigualdad legal de la sociedad y el cuidado de la salud de los estadounidenses», señaló el autor principal del estudio, Adam Gaffney, quien es médico pulmonar y de cuidado crítico en la Facultad de Medicina de Harvard. «Nuestra unidad de cuidados intensivos se ha visto inundada con pacientes pobres y de minorías», matizó.
«El tener COVID-19 ya es suficiente como para estar asustado sin necesidad de preocuparse porque las cuentas de gastos médicos lo lleven a uno a la bancarrota», agregó.
El estudio encontró que, en la comparación con los blancos no hispanos, los afroamericanos tienen 42 % más probabilidades de enfermar gravemente de COVID-19, y esas probabilidades llegan al 95 % para los nativos norteamericanos.
El 51 % de los afroamericanos y el 53 % de los indígenas en alto riesgo por el contagio de coronavirus son más propensos a tener una cobertura inadecuada de salud que los blancos en alto riesgo.
Las personas que viven en estados que no ampliaron la cobertura de Medicaid son un 6 % más propensas a estar en alto riesgo, y 53 % más propensas a tener una cobertura de seguro médico inadecuada que las personas que aceptaron la expansión de Medicaid en el contexto de la reforma de salud promulgada por el presidente Barack Obama en 2009.
Los hispanos que tienen un alto riesgo de contagio tienen dos veces más probabilidades que los blancos de estar bajo un seguro médico inadecuado, indicó el estudio.
El Gobierno ordenó esta semana que, a partir del 1 de agosto, todos los laboratorios que procesan las pruebas de detección del coronavirus recojan información demográfica detallada incluidas edad, sexo, raza y grupo étnico de las personas examinadas.
«El requisito de incluir los datos demográficos nos permitirá asegurarnos que todos los grupos tengan acceso equitativo a las pruebas, y nos permitirá determinar de forma certera el impacto de la infección sobre grupos vulnerables», señaló en una declaración el almirante Brett Giroir, secretario adjunto en el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
En una carta enviada al vicepresidente Mike Pence y al Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), un grupo de legisladores demócratas reiteró al Congreso el pedido para que las autoridades sanitarias recolectaran y divulgaran datos demográficos incluidos raza y grupo étnico y así «comprender mejor estas desigualdades profundamente arraigadas».
El CDC empezó a divulgar el 17 de abril algunos de estos datos, con los desgloses por raza y grupo étnico, para los casos confirmados y las hospitalizaciones.
La idea de incluir y analizar los datos demográficos tiene la intención de identificar a los grupos más expuestos a la infección de coronavirus determinando las prioridades del examen y el tratamiento, además de permitir el rastreo de las personas que puedan haber estado expuestas al virus a fin de contener otros brotes.
Agencia EFE