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El camino del K4 español a Tokio pasa por Asturias

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Se necesitarán unas "24 semanas" de tiempo para que puedan acometer una competición de primer nivel, después de siete semanas trabajando en un simulador.

Pasaron ya los días de confinamiento para los deportistas españoles, muchos de ellos con los Juegos de Tokio como objetivo, entre ellos los integrantes del K4, actual subcampeón del mundo, Saúl Craviotto, Carlos Arévalo, Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade, que ya entrenan en Asturias, en busca a recuperarse física y mentalmente tras los meses de parón obligado.

Miguel García, entrenador del cuarteto español, tiene claro que se trata de un proceso que hay que realizar poco a poco. De hecho, estima que su vuelta a la preparación de alto nivel se puede comparar con las fases de desescalada marcadas para las comunidades autónomas, en declaraciones facilitadas por la federación.

«Salimos de una situación novedosa, incómoda, dura y de incertidumbre, ahora hay que armar el castillo desde la base con tranquilidad», señala el técnico.

En este sentido, recuerda que «se pasó de estar a una semana de jugarse la plaza para formar parte de la embarcación clasificada para Tokio 2020, a tener que abandonar la concentración, quedar encerrados en casa y ver cómo los JJOO se posponían».

Llegada de Marcus Cooper

El último en incorporarse a Trasona ha sido Marcus Cooper Walz, con lo que ya están los cuatro integrantes, aunque como explica García hará «falta tiempo» para que sus palistas recobren el nivel en el que se encontraban debido a que han perdido «mucho tono y masa muscular; y esa falta de potencia se nota al salir al agua».

En su opinión, se necesitarán unas «24 semanas» de tiempo para que puedan acometer una competición de primer nivel, después de siete semanas trabajando en un simulador. .

«No es cierto que salgamos más fuertes de esta pandemia, salimos tocados. Lo que no me cabe duda es que esta situación pasada nos motivará para crecer en el futuro», afirma.

En este sentido, Saúl Craviotto busca sacar cosas positivas de estas semanas, y asegura que «el confinamiento lo he vivido bastante bien dentro de la incertidumbre y las preocupaciones de todas las noticias por las muertes y la pandemia que estábamos sufriendo».

De hecho, destaca que pudo pasar «mucho tiempo con mis hijas» y que entrenó «más o menos, aunque evidentemente como el resto de españoles deseando salir a la calle y volver a la rutina».

Eso sí deja clara su satisfacción por estar ya los cuatro juntos entrenando: «Es lo más importante para formar un equipo, y con mucha ilusión. Se ha incorporado Cooper, que era el que nos faltaba para el cuarteto. Ahora muy feliz y muy contento de vislumbrar ya el objetivo y empezar a trabajar con muchas ganas».

Mundial en standby

En cuanto al reinicio de la competición, Craviotto señala que la vuelta dependerá «de la evolución del virus», una cuestión en la que ellos están «a la espera de ver si se confirma que tenemos un Mundial a mediados de septiembre, pero está todo muy verde. Tienen que confirmar el 80 por ciento de las federaciones nacionales».

«Lo vemos un poco negro pero esperamos que finalmente se pueda y así tener ese objetivo para mantener la motivación este año. Ahora venimos de estar 40 días prácticamente parados en casa, ahora es un poco complicado establecer una fecha en la que podamos estar al 100 por cien», incide.

Por su parte, Carlos Arévalo recuerda que «en el confinamiento estuve bastante activo, ya que como militar profesional tuve que trabajar todos los días en el cuartel. Y también realizando los ejercicios con el simulador y la bicicleta, de manera que los días fueron pasando rápido».

«Es una ilusión volver a entrenar juntos, llevábamos tiempo separados y lo mejor que podíamos hacer es volver a entrenar, peleando por el mismo objetivo y dándonos caña», agrega.

Arévalo incide en que ahora «lo más importante es la salud, luego cuando se vea que el virus ha remitido ya se podrá empezar a competir, hasta entonces hay que ir con calma, y si no se puede pues ver cómo se encaran las cosas».

Optimista y positivo

También Marcus Cooper señala que estas semanas de parón «lo he vivido bastante bien, aunque pensé que me costaría»: «En el día a día he conseguido cosas que hacer para estar entretenido. Siempre he estado optimista y positivo. Se ha hecho esperar este momento, en casa hemos hecho lo que hemos podido. Estaba ansioso por poder salir, ha sido cuestión de paciencia, creo que poco a poco iré recuperando la forma», apunta.

«Por fin, los cuatro volvemos a estar juntos y se va a notar la mejora del entrenamiento colectivo», señala.

Por último, parece que Rodrigo Germade fue quien peor llevó el confinamiento, ya que reconoce que «fue un poco durillo»: «Estar entre cuatro paredes es complicado. Aproveché a disfrutar el tiempo familiar y, hasta cierto punto, se agradeció», recuerda.

«Volver a estar juntos los cuatro integrantes es retomar la rutina y el trabajo que habíamos dejamos antes de meternos en casa. Ahora, poco a poco tenemos que ir preparándonos a la espera de ver si sale alguna competición y saber qué objetivo nos marcamos», finaliza Germade. 

Agencia EFE

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