El gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana se pusieron de acuerdo en algo por primera vez en mucho tiempo.
Ambas partes firmaron un acuerdo para “trabajar coordinadamente” en la lucha contra la pandemia del coronavirus en Venezuela con la mediación de la Organización Panamericana de la Salud, publicó BBC Mundo.
Pocas horas después de conocerse el acuerdo, el líder opositor Juan Guaidó anunció que su tío, Juan Márquez, encarcelado desde el pasado mes de febrero acusado de intentar introducir explosivos en Venezuela, había sido trasladado a su casa
Guaidó no aclaró si el cambio en el lugar de detención de su tío tiene relación con el acuerdo alcanzado con el gobierno.
El documento suscrito por el gobierno y la oposición supone un acontecimiento inesperado, ya que ambas partes mantienen desde hace años una enconada lucha por el poder que ha hecho enquistarse el conflicto político en Venezuela.
Pese a que ha reportado muchos menos casos de coronavirus que vecinos como Colombia o Brasil, Venezuela es según la OPS uno de los países más vulnerables de América Latina frente a la amenaza de la covid-19.
Además, organismos internacionales han alertado de que la pandemia podría agravar la crisis económica en un país en el que un tercio de la población no recibe comida suficiente.
¿Qué dice el acuerdo?
El documento afirma que «ambas partes proponen trabajar coordinadamente, con el apoyo de la OPS, en la búsqueda de recursos financieros que contribuyan al fortalecimiento de las capacidades del país para hacer frente a la emergencia sanitaria».
Igualmente, se fijaron unas líneas de actuación prioritarias, entre las que destacan la vigilancia epidemiológica, la atención adecuada y el aislamiento a los casos confirmados de coronavirus, y la protección a los profesionales sanitarios.
El texto tiene la firma de Carlos Alvarado, en calidad de ministro de Salud de Maduro; Julio Castro, en calidad de “asesor en temas de salud” de la Asamblea Nacional; y Gerardo de Cosio, representante de la OPS en Venezuela.
Venezuela vive desde hace años una crisis política que ha llevado a una fractura en las instituciones del país, que ha asistido a protestas masivas e intentos de insurrección armada contra el gobierno.
En enero de 2019, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, acusó a Maduro de ser un “usurpador” y se declaró presidente interino. Guaidó obtuvo rápidamente el reconocimiento de Estados Unidos y la mayoría de países de la Unión Europea y Latinoamérica.
Maduro y sus seguidores, en cambio, afirman que Guaidó es un “títere” de Estados Unidos y acostumbran a referirse a la oposición como “terrorista” y “golpista”. El gobierno conserva el apoyo de China, Rusia, Cuba e Irán, entre otros países.
«Un importante avance»
Para Geoff Ramsey, analista de la Oficina de Washington para América Latina, el acuerdo supone “un importante avance” que llega “después de una presión coordinada desde la sociedad civil y grupos pro derechos humanos”.
Ivan Briscoe, del International Crisis Group, cree que el acuerdo es “un primer, pequeño y frágil paso, aunque enormemente significativo”.