Por: Valentín Medrano Peña.
La duda es el principio del descubrimiento de la verdad. El gran avance de la humanidad devino de su búsqueda por y para interpretar los fenómenos de la naturaleza, de cuestionarlo todo, de dudar aún de sus sentidos, de experimentar y comprobar, y de esa forma nacieron las ciencias.
Las ciencias tienen sus reglas, muchas de las cuales se nos parecen a esos record deportivos que se presentan inalcanzables para otros humanos, pues instituyen proezas súper humanas, que reúnen circunstancias especiales sumadas a un poco de azar y las capacidades y destrezas de sus hacedores.
Pasa en el baseball con el récord de 55 partidos consecutivos bateando de hit del Yankee Clipper, Joe DiMaggio, los récord de jonrón con asteriscos del formidable Barry Bonds, los dos jonrones en el mismo inning contra el mismo lanzador y ambos con las bases llenas de Fernando Tatis con los Mets de New York, y así se inscriben récords casi imbatibles en todos las disciplinas deportivas. Sin embargo existe la convicción en todos los deportes y en la vida misma, de que los récords son para romperse.
Los políticos pretenden la existencia del superhombre desde los tiempos de Platón, y para ello nos hacen creer hoy día, con ayuda de la publicidad, redes sociales, corporaciones comunicacionales, colaboraciones foráneas, que hay personas insustituibles, que hay trabajos que solo pueden hacer unos pocos predestinados, cerrando el paso a otros con potencial, pero que nacieron con la desgracia de no ser graciosos a esos poderes fácticos.
De ahí que se crea la especie de que el talento incluso pueda ser heredado, y nos gastamos los mismos apellidos en las ofertas electorales, en la administración pública y hasta en los concilios religiosos, bueno al menos estos tienen la excusa de que Dios fue representado por su hijo unigénito Jesucristo como embajador ante los hombres, solo que en su razonamiento deben quizá obviar el simple hecho de que no fue enviado para ser glorificado y gobernar a los hombres sino para ser sacrificado por sus pecados.
Los políticos se creen salvados por las percepciones que ellos mismos crean. Llaman a amigos para que impongan los temas, crean tendencias para luego salirse con las suyas tomando la decisión que originalmente tenían, solo que ahora basada en lo números maquillados. Y siempre dicen seguir la directriz del pueblo, que es en la toma de decisiones y en sus mitomanías solo un vocablo que suena lindo.
Recientemente el Presidente electo de “todos” los dominicanos, votado por algo más del cincuenta por ciento de los electores hábiles, y que obtuvo algo más del cincuenta por ciento de ese total, es decir, algo así como el veinticinco por ciento del total de inscritos hábiles para sufragar, designó, perdón, prometió, pues aún no jura como mandatario, al frente de la Dirección de Compras y Contratación al señor Carlos Pimentel, que hasta ese momento fungía como Director Ejecutivo de la organización “apartidista” Participación Ciudadana.
Hasta ese momento la vinculación política entre PC y el PRM-Abinader eran sólo especulaciones, independientemente de que salía a relucir una actitud muy radical; de este grupo de hombres y mujeres que familiarmente y en el pasado se les reconoció militancia política muy variopinta; que favorecían posiciones del grupo electo.
Antes del nombramiento, este señor, junto a sus demás colegas, hicieron una propuesta formal para que el electo presidente escogiera a una persona como Procuradora General de la República, pero del nombramiento señalado en Contrataciones, se sabe, o se deduce, la existencia de una fluida comunicación entre el PRM-Abinader y Participación Ciudadana, por lo que se puede especular que el origen de tal pedimento no es de PC sino al revés y que solo se hizo la acción boomerang para sustentar una decisión ya tomada.
Es fácil colegir esto. En el baseball el lanzador recibe señales del receptor, y es muy poco probable que si le solicitan una recta alta y afuera, el lanzador se descante con una curva adentro y baja.
Todo el mundo sabe que en PC tienen sus “independientes” favoritos de lo que no forma parte la persona propuesta institucionalmente, así que debemos suponer que responden a una seña del receptor para producir su propuesta.
Lo que quiere decir que la designación del Procurador General de la República recaerá sobre el “independiente” de Abinader, que tiene la obligación constitucional (Art. 171 CRD) de designarle junto a la mitad de sus adjuntos y que hasta que se modifique la Constitución, que no será, puede despedirlo del puesto a su sola voluntad.
Que nadie se llame a engaños, pues esto es correcto y constitucionalmente justificado. Lo único lamentable de todo esto es que con su acción, el electo presiente, crea una sospecha de incapacidad, desconfianza, deshonor, inobjetividad, etc sobre los abogados del PRM que a mi entender tienen méritos incluso para disputarle la presidencia en un próximo torneo electoral.
Según los proponentes del PGR independiente, invento inconstitucional, y que no lo será porque quien lo pone puede quitarlo y le debe agradecimiento a quien lo designa y quizá hasta a quien lo propone, según estos, los políticos abogados o abogados políticos, todos, son poco confiables, ¿Y saben qué?, ustedes se equivocan.
Bueno en un país de politiqueros baratos nunca habrá un PGR independiente. A menos que sea escogido por el pueblo libremente y aún así lo dudo porque los tentáculos politiqueros son muy largos.