EFE, LONDRES.- Rusia percibe al Reino Unido como uno de sus “principales objetivos” en Occidente, según determina un informe divulgado este martes por el comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico, que investigó las supuestas interferencias rusas en la democracia británica.
El documento, que se hace público en un momento de tensión entre ambos países, considera que el Reino Unido ha sido blanco del Gobierno ruso por su relación cercana con Estados Unidos y porque Rusia lo contempla como un elemento “central en el ‘lobby’ occidental antirruso”.
El llamado “Informe Rusia” indaga en supuestas campañas de desinformación por parte de Moscú y se basa en material confidencial extraído de agencias de espionaje británicas, así como contribuciones de otros expertos independientes.
El documento lamenta que diferentes Ejecutivos británicos hayan aceptado como “una nueva normalidad” la influencia que ejerce supuestamente Rusia en ese país, dando la bienvenida a sus oligarcas “con los brazos abiertos”.
Detectó que hay expatriados rusos en Londres “con vínculos muy estrechos” con Vladímir Putin, que están “muy bien integrados en los negocios británicos y en la escena política y social del Reino Unido”.
En este sentido, hace un llamamiento a que se adopten “medidas inmediatas” con el fin de ayudar a los servicios de inteligencia nacionales a erradicar al que consideran un “adversario muy capaz”.
Considera asimismo que es una prioridad “mitigar el riesgo y asegurar que donde haya actividad hostil, esta es descubierta y existen herramientas adecuadas para erradicarla de raíz y desafiar la impunidad de las élites vinculadas a Putin” en este país.
El citado comité parlamentario critica también a Downing Street -residencia y despacho oficial del primer ministro británico, el conservador Boris Johnson- por haber retrasado la publicación del informe ante la celebración de los comicios generales británicos de 2019, convocados por el “Premier”, algo que el Gobierno ha negado.
En una rueda de prensa por el lanzamiento del documento, uno de los miembros del citado comité ISC (sus siglas en inglés), Kevan Jones, opinó con relación a ese punto que “no había ningún motivo” para justificar esa demora.
Gran parte de los pormenores de la investigación se consideran “altamente sensibles” y no serán publicados por temores a que Rusia emplee esa evidencia para amenazar al Reino Unido.
La difusión del informe se produce días después de que el titular británico de Exteriores, Dominic Raab, sugiriera que “casi con certeza” Rusia ha intentado interferir en los comicios británicos de 2019.
Según el ministro, “agentes rusos” amagaron con influir en las elecciones “amplificando documentos gubernamentales robados por internet”, que aludían a negociaciones comerciales entre este país y Estados Unidos.
Además, la agencia de escuchas británica, junto con Estados Unidos y Canadá también acusaron recientemente a presuntos piratas informáticos rusos de haber intentado robar los secretos de la investigación llevada a cabo por científicos del Reino Unido para dar con una vacuna contra la COVID-19.