EFE.- Pese a que en teoría pertenece a la generación de los conocidos como nativos digitales, Demi Lovato no parece manejarse con demasiada soltura en las redes sociales. En marzo, por ejemplo, la cantante se coló en un directo de Instagram de su ahora prometido Max Ehrich cuando aún no habían oficializado su relación sentimental.
El pobre no supo qué cara poner al ver que su chica se colocaba justo delante de la cámara para arroparle con una manta mientras él tocaba el piano. En ese momento solo se le ocurrió murmurar por lo bajo «estoy en vivo» para advertirle que sus seguidores podían verla, pero ya era demasiado tarde: todo el mundo sabía ya que estaban pasando el confinamiento juntos.
El pasado fin de semana la antigua estrella Disney volvió a cometer otro descuido en esa misma plataforma al compartir una foto en sus Stories en la que se podía ver la dirección de correo electrónico de Max. Aunque eliminó rápidamente la publicación, sus fans se le adelantaron y el email de su futuro marido pasó a ser de conocimiento público.
«Cuando tu prometida filtra por accidente tu email», bromeó Max en Twitter al darse cuenta de lo que había sucedido.
Por una vez, Internet ha mostrado su cara más amable y los mensajes que ha recibido el joven han sido en su gran mayoría positivos, o al menos no hirientes. «Pero gracias por vuestros emails tan amables. [Ha habido] mucho cariño», ha añadido.
Demi le ha pedido perdón también a través de Twitter por ponerle en una situación tan delicada, pero Max le ha explicado cómo puede compensárselo: encargándose ella misma de responder a los correos que ha recibido.
Por otra parte, los incondicionales de Demi, que se mueren de ganas de escuchar nueva música suya, le han dado una idea a su novio sobre cómo podría ‘vengarse’: filtrando alguna de las canciones inéditas de la artista que ella le ha dejado escuchar antes de su lanzamiento.